La situación de violencia en estados productores de heroína como Guerrero, Michoacán, Durango o Sinaloa, que causó la muerte de más de 15 mil jóvenes sólo en el 2016, tiene su contraparte en los Estados Unidos donde en el 2013 murieron más de 13 jóvenes por sobredosis de heroína una droga cuyo consumo ha crecido "10 veces en 9 años" según el informe de la DEA llamado, "Heroína y Fentanilo en EU" del 2016.
La epidemia azota principalmente las zonas industriales como Chicago o las otrora ciudades industriales de la región llamada "cinturón del óxido" como el estado de Ohio o Pensilvania. Los jóvenes y sus padres desmoralizados por la falta de futuro y de empleos bien renumerados han ido abandonando otras drogas como la marihuana y la cocaína, cuyo consumo crece sólo a menos de 5% anual, para consumir heroína con algunos aditamentos que la hacen más mortal.
Además, durante los últimos 15 años, las compañías farmacéuticas lograron que los médicos prescribieran opiáceos para todo tipo de dolores crónicos, lesiones y otras enfermedades menores. Toda una generación de miembros de la clase media se hizo adicta a esos opiáceos como la oxicodona cuyos precios fueron aumentando conforme avanzaba el Obamacare o Reforma de Salud de Obama y conforme crecida el empobrecimiento de la clase media. Ahora, miles de esos adictos a los opiáceos cuyos medicamentes cuenta 80 o 100 dólares, prefieren comprar un "papel" de heroína en 10 dólares en la calle.
Dado que México, según el propio Departamento de Estado norteamericano, suministra el 94% del consumo de heroína en ese país; según el periodista Jorge Fernández Meléndez, eso significa un negocio anual de más de 13,500 millones de dólares, unos 206 mil millones de pesos ---aunque hay otros que hablan de cifras mucho mayores—que es el negocio que se distan los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, los Zetas, Guerreros Unidos, los Beltrán Leyva, etc., siendo el primero el de mayor capacidad de exportación" y mayores ingresos.