EL CAIRO - Miles de egipcios molestos por la decisión del presidente Abdel Fattah al-Sisi de entregar dos islas a Arabia Saudita pidieron el viernes la caída del Gobierno, coreando un eslogan del levantamiento de la Primavera írabe de 2011.
Las protestas mostraron que el ex general, que también es muy criticado por los problemas económicos que sufre el país, ya no goza del amplio apoyo popular que le permitió detener a miles de opositores tras tomar el poder en 2013.
En la noche, la policía antidisturbios que había rodeado el lugar donde se celebraba la mayor manifestación, en el corazón del centro de El Cairo, dispersó a la multitud con gases lacrimógenos, dijeron testigos de Reuters. Las fuerzas de seguridad detuvieron a un total de 119 manifestantes en varias protestas, según funcionarios.
El Gobierno de Sisi provocó un clamor en los diarios egipcios y en los medios sociales la semana pasada al anunciar un acuerdo que situaba las deshabitadas islas de Tiran y Sanafir, en el Mar Rojo, en aguas saudíes.
"¡La gente quiere la caída del régimen!," gritaban los manifestantes fuera del sindicato de prensa de El Cairo, usando el típico cántico de la revuelta de 2011 contra el entonces presidente Hosni Mubarak, que dejó el cargo poco después.
También coreaban: "Sisi-Mubarak", "No te queremos, vete" y "Somos propietarios de la tierra y ustedes son agentes que vendieron nuestra tierra". En otras partes de El Cairo, la policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes, dijeron fuentes de la seguridad.
Funcionarios saudíes y egipcios afirmaron que las islas pertenecen al reino y que solo estaban bajo control egipcio porque Riad pidió a El Cairo en 1950 que las protegiera.
Arabia Saudita y otros ricos estados árabes del Golfo Pérsico regaron Egipto con miles de millones de dólares en ayudas y subvenciones después de que Sisi derrocó en 2013 al presidente Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, tras las masivas protestas en su contra. Pero la abrupta caída del precio del petróleo y diferencias con El Cairo en asuntos regionales generaron dudas sobre si puede continuar este fuerte respaldo.