28/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Febrero 6 de 1934: Muere en nuestra Ciudad, a los 47 años de vida, el sacerdote Raymundo Jardón Herrera. Originario de Tenango, EDOMEX, nació en 1887 en el seno de una familia indígena, y el joven Raymundo aprendió sus primeras y rudimentarias letras en Tenango, cuando el obispo de Cuernavaca Francisco Plancarte y Navarrete lo conoció en una visita pastoral y llamó su atención la inteligencia y decisión de Raymundo. Lo recomendó como si fuera su familiar para que lo aceptaran en el Seminario de Cuernavaca, donde estudió y cuando Plancarte fue nombrado el cuarto Arzobispo de Linares, lo trajo al Seminario de Monterrey a terminar su carrera sacerdotal. En 1913 Jardón fue ordenado sacerdote en Saltillo, celebrando su primera misa en Cuernavaca. Y un lustro y medio después de jornadas muy productivas para la fe católica, en 1929 llegó a Monterrey con el honroso cargo de Párroco de la Catedral. Su desempeño fue estupendo, pues contribuyó al embellecimiento del emblemático Templo, construyendo el local para la Congregación Mariana y modificando el frontispicio que entroniza al Sagrado Corazón. Sus sermones reposados y su talante caritativo le convirtió en un personaje muy querido entre toda la feligresía, y la prueba es que cuando murió -fecha que hoy recordamos-, asistió a su funeral tanta gente al grado que la fila de automóviles llegaba desde la Catedral hasta el panteón El Carmen, sitio en donde quedaron sus restos mortales, tan solo para que, en el año 2002 fueran exhumados para llevárselos a la Catedral de Monterrey en donde fueron inhumados. Además el padre Jardón fue declarado Venerable en 2017, por el actual papa Francisco. El Cabido de la Ciudad bautizó con su nombre a la calle que linda por el lado sur a la Catedral de Monterrey y el lado norte de MARCO, siendo una de las más céntricas vías públicas de nuestra Ciudad.