04/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 20 de 1850: muere en Ciudad de México, Valentín Canalizo, único presidente de la República nacido en Monterrey. Se llamaba José Valentín Raimundo Canalizo Bocadillo, y nació el 12 de febrero de 1794 en el hogar de sus padres Vicente Canalizo y María Josefa Bocadillo, quienes le enviaron a Querétaro para que hiciera carrera en la milicia apoyado por sus parientes, el general José Rafael Canalizo, y Juan Nepomuceno Canalizo. A sus tiernos 16 años ingresó al ejército como cadete de infantería en Celaya, y sus actuaciones en hechos de armas le valieron para ser ascendido a subteniente y teniente, de 1816 a 1817. Nuestro joven paisano juró al lado de Iturbide la Independencia Nacional el 2 de marzo de 1821, sumándose al Ejército Trigarante y participando en cuanta batalla era requerido. Fue herido en Azcapotzalco, y ascendido a teniente coronel. Se sumó al Plan de Casa Mata en 1823 y al de Jalapa en 1829, cuando su nombre ya sonaba entre los cuadros políticos y militares valiosos, por lo que formó parte de la Junta que condenó a muerte al general Vicente Guerrero en 1831. Canalizo se opuso a la revolución de 1832 que derrocó al presidente Bustamante, y después de 1835 a 1841 luchó contra los liberales, uniéndose en 1842 al Plan de Huejotzingo, que contribuyó a establecer la dictadura del general Antonio López de Santa Anna. Así fue como se vinculó estrechamente al hombre fuerte del país en esa época, lo cual le redituó con creces sus esfuerzos, pues Santa Anna lo invitó de padrino de bodas cuando casó con Dolores Tosta- incorporándose a la cúpula militar nacional. Su cercanía con ‘Su Alteza Serenísima’ le permitió que en un par de ocasiones Santa Anna lo dejara de sustituto suyo eb la presidencia de la República. Así, nuestro paisano Canalizo llegó al poder y en su primer Gobierno pero hubo de recurrir a dos préstamos forzosos para toda la sociedad y promulgar el impopular Impuesto a la tenencia de perros y ventanas, porque la Hacienda Nacional estaba quebrada. Fue blanco de acres críticas, pero Santa Anna estaba feliz con su actuación. Durante su segunda presidencia sólo tuvo que recurrir a un préstamo forzoso; fue presidente en 1843 y siendo derrocado por la revolución liberal en diciembre de 1844 partió al exilio. Cuando regresó en 1847, se colocó al frente del ministerio de Guerra y Marina y como jefe de la División de Oriente, en la defensa del Golfo de Veracruz durante la Guerra de invasión norteamericana y en esta fallida defensa, Canalizo fue derrotado en Cerro Gordo. En fin, se trató de un militar y político valioso. Los cargos que ocupó Canalizo fueron: Presidente de México del 4 de octubre de 1843 al 4 de junio de 1844. Después regresó a ese sitial del 21 de septiembre de 1844 al 6 de diciembre de ese año. Además fue gobernador de Puebla en 1842, y Prefecto del Distrito federal del 10 de marzo al 3 de octubre de 1843. Un poco más de dos años después de la derrota en Cerro Gordo, Veracruz, el 20 de febrero de 1850, Valentín Canalizo falleció en la Ciudad de México. Fue un hombre leal a su amigo López de Santa Anna -jamás lo traicionó-, y la lealtad es virtud que debiera ser mejor reconocida, aunque nadie se debe ser leal buscando sólo ese reconocimiento. Esperemos que pronto haya otro presidente neolonés.