Es increíble cómo se manejan las cosas en el gobierno de López Obrador y en la Cuatroté en general, pues para ellos el tráfico de influencias no es delito, sino una gracia, y ello quedó demostrado ahora con el escándalo de su hijo mayor que gusta de la buena vida… primero dijo que no, que tiene una vida de ricos porque su mujer tiene mucho dinero y se dedica a cabildear asuntos de energía, que ya de suyo es un tema escabroso… pero luego se descubrió que vivó gratis más de un año en una gran mansión en Houston propiedad de un gran empresario que hace súper negocios con PEMEX…///

Sin embargo, luego de casi tres semanas de balaceras, al fin encontraron la solución, que es que el junior trabaja para ooootro empresario vinculado al gobierno, pero ahora con el tren maya… y ciertamente el tren maya es otro frente de corrupción porque la ineficiencia lo es, puesto que talaron miles de árboles en la selva de Quintana Roo para luego decir que no, que el trazo debería ser por otro lado… bien, pues el nuevo empleador del junior es el principal asesor de López Obrador en ese proyecto, es decir, uno de los principales culpables del escándalo y ecocidio quintanarroense…///

Además, decir que trabaja con él mucho tiempo después de iniciado el desaguisado es mostrar que están inventando soluciones sobre las rodillas… lo cierto es que, termine como termine, López Obrador tendrá que cambiar su discurso de honestidad y de que ‘no somos iguales’… en verdad que somos un país de opereta…///