Editoriales

El rey está desnudo y el Óscar también...

Tal vez en alguna ocasión leíste o te contaron acerca de esa cómica historia de aquel emperador a quien le habían confeccionado el vestido más bello y costoso en toda la historia de su reino. 
 
La textura de la tela usada por el sastre era de una calidad altamente exuberante y fina, sin embargo el único problema es que esa tela era... invisible. 
 
Fue así que el reino entero fue convocado en hora y fecha señalada para que todos, plebeyos y nobles admiraran el sin igual vestido portado por su orgulloso emperador. 
 
La gente abría sus bocas admiradas al verle pasar contorneando su obesa figura y espesa barba, aplaudían, vitoreaban y en un torrente frenesí se rendían ante la singular pasarela. 
 
Todo continuaba así... “bien”, hasta que un niño de 5, 6 o 7 años de entre la multitud gritó franco e inocente:
 
“El rey está encueradooooooo” ??
 
Si has tenido la desagradable oportunidad de ir a ver la película “La forma del agua”, coincidirás con la opinión generalizada del vulgo público que al final es el que mejor califica una cinta, llenando o vaciando las salas con sus comentarios sabios. 
 
“La forma del agua” es la película más horrorosa jamás filmada y al mismo tiempo más galardonada de todas las películas más absurdas y espantosas que se han llevado al cine. 
 
Me decía el gerente del complejo de salas  más grande de mi ciudad que en taquilla la película ha sido un verdadero desastre.
 
Y entonces ¿porque toda la prensa impulsada por Hollywood nos dice lo contrario...? Mi deducción es que ante un gobierno como el del Presidente Trump que ha desbaratado todo el avance que en materia de ideología de género había logrado Barack Obama y que pretendía continuar Hillary Clinton, buscan sumar en cualquier terreno algún tipo de avanzada que les permita reorganizarse y continuar. 
 
Y es que la película está altamente cargada precisamente de ideología de género, específicamente depravación, onanismo y bestialismo, (la bestia en la cinta, que es una hembra, pero no es un ser humano sino un animal  con cierto nivel de conciencia, sostiene un romance con una mujer que sufre de todo tipo de complejos), ¡todo eso! mezclado premeditadamente con un propósito, exaltar la perversión y burlarse del cristianismo bíblico. 
 
Te explico, el antagonista, el malo de la película, fue estructurado intencionalmente para presentarse como un “conocedor” de las escrituras, que las cita continuamente pero sin ningún valor de bondad y nobleza en su existencia, y sí todo lo contrario. 
 
Entiendes el mensaje que la meca del cine busca posicionar en las conciencias de esta generación... exacto, que lo malo y profano es bueno y lo bueno, santo y grato es malo. 
 
Pero la verdad es que el rey está desnudo.
 
Sobremesa.- Del Toro no altera su línea de producción, ocultismo, perversión, descomposición y anti cristianismo, al final el mundo ama lo suyo. 
 
De que sirve que el hombre ganaré todo el mundo si al final pierde su alma.