Como es bien sabido, los principales opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador señalan que en virtud de que se suspendió la construcción del NAIM y que se han revisado otros contratos, los “mercados” y los “inversionistas” no tienen confianza en su gobierno y la “incertidumbre”,  respecto a lo que hará en el futuro,  impide que hagan  inversiones y por lo tanto la economía está estancada y ha caído a 0% el crecimiento del PIB en este año. 

Hoy por la mañana el empresario Carlos Slim demolió ese argumento con unas cuentas ideas expresadas durante la conferencia mañanera del presidente en Palacio Nacional. El primer lugar, dijo Slim, México es un “paraíso” para la inversión debido a que ofrece tasas de interés de hasta 8% -- en Cetes por ejemplo--, mientras que en los Estados Unidos la tasa es de 1.5% y en Europa, Japón y Suiza, la tasa es negativa. 

Además dijo, “hay mucho interés, hay mucha confianza en lo que está haciendo el gobierno”, pero, explico;  ““el empresario no invierte porque tenga o un mucha confianza, sino porque tiene o no mucha demanda, si hay demanda para determinado producto y el empresario no invierte entonces pierde se capacidad de seguir en el mercado y pierde una oportunidad que seguramente otro empresario va a aprovechar”.  Dado que el gobierno de México tiene actualmente 1600 proyectos de infraestructura diversa, solo hace falta que la inversión y los proyectos “se junten” y el país tendrán un alto crecimiento sin importar que este año no ser así, eso es “intrascendente”, puesto que ya están iniciando los proyectos y lo único que hace falta es la “inversión masiva” de los recursos que están en las Afores, en la banca que tiene mucha liquides y en los mercados internacionales y  “solo hay que ponerlo en contacto” dijo el magnate, para terminar. 

Uno podrá no estar de acuerdo con los argumentos de Slim, pero en la lógica empresarial son contundentes.