27/Apr/2024
Editoriales

ARTE Y FIGURA 070716

Amigos aficionados, continuamos con el libro "Arte y Figura" de mi autorí­a:

"HUELGAS DE HAMBRE"

Hoy en dí­a, la "Huelga de Hambre" usada como recurso para conseguir una oportunidad de torear, es algo que prácticamente ha quedado en desuso, ahora los chavales que quieren hacerse torero ya no andan corriendo la legua con su lí­o sobre el hombro por rancherí­as, ranchos, ganaderí­as, poblados, pueblos y demás, en busca de un "pitón". La gran mayorí­a actualmente se apoya en apoderados con recursos económicos para cumplir su objetivo, es muy común verlos llegar a las tientas en "Suburbans" y hasta en automóviles de lujo.

Antaño, quien querí­a hacerse torero tení­a que vivir el penoso proceso de sudar la gota gorda, sin desmayar un solo dí­a para lograrlo; ya que se consideraban preparados, a falta de apoderados o personas que los conectaran con las empresas, usaban como último recurso ponerse en "Huelga De Hambre", para lograr ser puestos en un cartel.

En Monterrey, en los albores de los años 60s hubo dos muy sonadas, la de DAVID MALDONADO y la de DAVID MARTEL. Del primero se contaba que fue un proyecto que iba de la mano del hábil empresario de aquel entonces, CESAR GARZA. Se dice que ante el escaso público que iba a la Plaza de Toros Monterrey, acudieron a esta estrategia. Fue tanto el alboroto de la afición y el ruido periodí­stico, que a la semana de estar en huelga, anuncian su presentación para el domingo siguiente; el público empujado por el morbo y la curiosidad acudió en gran cantidad. La empresa logró su objetivo. DAVID MALDONADO, se fue diluyendo en la nada sin lograr alternativarse, pero fue pieza clave para que la plaza volviera a llenarse.

Poco tiempo después, hizo lo mismo el novillero, DAVID MARTEL, del Distrito Federal. Lo de él me consta que era en serio, duró 15 dí­as sin probar alimento, solamente agua y jugo de uva. Los dí­as pasaban, sus fuerzas se mermaban, los periódicos y la empresa poco se ocupaban de él, de tal suerte que el sacrificio que estaba llevando a cabo no estaba obteniendo resultados; con la insistencia y apoyo de una pléyade de jóvenes de aquel entonces, logramos que se le diera una oportunidad, todaví­a recuerdo aquel novillo "jabonero sucio" con porte de vaca y cara de buey, sin nada de casta, el cual fue suficiente para que MARTEL "pegara un petardo"; no cabe duda que tení­a más valor en la vida que en el ruedo. Las lágrimas las "ahogó" bebiendo toda la noche hasta encontrarlo el dí­a siguiente tirado en un terreno baldí­o a una cuadra de la plaza de toros, siguiendo con su sueño fijo de hacerse figura del toreo.

Entre los residuos de alcohol, la fantasí­a y la falacia, me dijo que era amigo del Presidente RUIZ CORTINEZ, que él le habí­a prometido mandarlo a España y que no nos volverí­amos a ver hasta ser un torero consagrado. Pasaron 15 años, y un dí­a en el barrio torero de Allende y Zaragoza, veo a aquel novillero con el que habí­a hecho buena amistad, con las huellas del tiempo y el fracaso reflejados en su rostro, haciéndose acompañar de la mano de su "amiga"... la adversidad, a la que ya nunca abandonó.

Continuará... Olé y hasta la próxima.