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Crece el temor de que la recesión en Alemania golpee a toda Europa y la región según The Economist

 

POR DÉCADAS Alemania ha sido el motor económico de Europa. Ahora está chisporroteando. Habiendo evitado por poco una recesión el año pasado, está al borde una vez más. La producción cayó un 0.1% en el segundo trimestre en comparación con los tres meses anteriores. Algunos pronosticadores, como DIW, un grupo de expertos económicos en Berlín, esperan una mayor contracción en el tercer trimestre. Deutsche Bank, el mayor prestamista del país, dijo este mes que cree que la economía ya está en recesión.

El problema se ha concentrado en el sector manufacturero orientado a la exportación de Alemania, que se ha reducido durante cuatro trimestres consecutivos. La producción de automóviles ha sufrido el mayor golpe, cayendo un 17% en el último año, debido en parte a la desaceleración de la demanda de los grandes socios comerciales, como China y Gran Bretaña, y a un cambio en los gustos de los consumidores de los motores diesel alemanes. Todo esto, y una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ha afectado la confianza empresarial. El 26 de agosto, el índice de clima empresarial Ifo cayó a su nivel más bajo desde lo peor de la crisis de deuda de la zona euro en 2012. El mercado laboral no ha escapado ileso. Un número creciente de fabricantes está tratando de reducir costos al poner a los empleados en esquemas de "trabajo a corto plazo".

¿Qué significaría una recesión en su estado miembro más grande para el resto de la zona euro? En las últimas dos décadas de unión monetaria, las recesiones han tendido a sincronizarse (ver gráfico). El trabajo del FMI sugiere que dicha sincronización solo ha aumentado en los últimos años. De hecho, el crecimiento económico en el resto de la zona euro se ha desacelerado recientemente, aunque de manera menos brusca que en Alemania. Pero no es seguro que los problemas de fabricación de Alemania finalmente lleven al bloque a la recesión. Las mayores recesiones de la zona del euro, durante la crisis financiera mundial y la crisis de la deuda soberana, fueron provocadas por perturbaciones, como una incautación en el mercado de crédito, que afectaron a todos sus miembros. No toda la zona euro está tan expuesta al comercio como Alemania.

Por ahora, es poco probable que el Banco Central Europeo se arriesgue. La inflación ya está muy por debajo de su objetivo; la desaceleración del crecimiento agrega presión a la baja. Los mercados financieros están valorando una reducción de la tasa de interés en la reunión de política del banco el 12 de septiembre. Algunos economistas incluso esperan que el banco reinicie su esquema de compra de bonos, con la esperanza de impulsar la economía.