Mayo 17 de 1883: informa el Diario Oficial de la Federación que las negociaciones oficiales para el restablecimiento de las relaciones entre México y Gran Bretaña están en marcha. Para esto, el 13 de julio de ese mismo año llegó a Ciudad de México sir Spencer Saint-John, en calidad de ministro plenipotenciario de Inglaterra en México, quien se presentó ante el presidente Manuel González. Llegó Porfirio Díaz a gobernar por segunda vez (1884 – 1888) en pleno proceso de negociaciones, coincidiendo la estabilidad interna con la etapa de máximo esplendor del imperio británico. Esto es, que la Reina Victoria y el presidente Díaz coincidieron en la dirección de sus respectivos gobiernos. Así se logró que al término del siglo XIX hubiera grandes capitales británicos llegando a México. Hay que aclarar que en forma discreta, pero ya había comenzado el flujo de dinero británico a nuestro país desde antes de que en 1883 se reestablecieran las relaciones diplomáticas entre Londres y México. Recordemos que las relaciones entrambas naciones se habían roto cuando cayó el Gobierno Imperial de Maximiliano de Habsburgo, porque Gran Bretaña ya lo había reconocido como el gobernante de México.
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