18/Apr/2024
Editoriales

Clasificaciones humanas

La vida ha sido pródiga conmigo. Me ha permitido tratar con mucha gente y la posibilidad de clasificarla por su buena fe, o por su carácter, inteligencia, carisma, modales, posición social, etcétera.

Sin embargo, cuando observé a esas mismas personas y las comparé con sus contrapartes, vi no sólo su perfil, sino también algo de su interior.

Así he identificado a quienes siguen las huellas de alguien, versus aquellos que las dejan estampadas como si vivieran pisando concreto fresco.

He visto personas que dan sin pedir nada para ellas, y a otras que piden sólo para ellas.

Advertí que algunos mueren por ayudar, y que otros ayudan a morir.

Sufrí a simpáticos de mala fe, y hallé a algunos antipáticos bien intencionados.

Descubrí que hay muchos felices con lo poco que tienen y pocos infelices con tanto que tienen.

Hay demasiados que sufren por sus equivocaciones ya superadas y quienes las disfrutan por haberles dado sabiduría.

Sobran personas que al tener poder se vuelven egoístas y otras que no necesitan el poder para serlo.