Marzo 3 de 1865: Maximiliano de Habsburgo, titular del Imperio de México, divide el territorio nacional en 50 Departamentos, sustituyendo a la tradicional división de los estados mexicanos. Esta medida se apoyaba en el proyecto de Manuel Orozco y Berra, quien utilizó la Carta de la República, de Antonio García Cubas.

En ese momento hubo consternación nacional, pues el presidente Benito Juárez, desde luego que no aceptaba que un ejército invasor impusiera a un monarca, mucho menos que se cambiara la división territorial natural que todo mundo conocía y respetaba. Al Departamento de Nuevo León, por ejemplo, le daban algunos pueblos de la frontera tamaulipeca para que tuviera frontera con Estados Unidos. Estos Departamentos sustituirían a los Estados, y buscaban que hubiese un equilibrio entre todas las regiones del país, debido a que existen desigualdades importantes en las riquezas naturales, así como en el número de habitantes.

Al morir fusilado Maximiliano de Habsburgo en El Cerro de las Campanas, luego de su derrota militar definitiva en Querétaro el 15 de mayo de 1867, desapareció ese intento de modificar la división territorial de México.