Editoriales

El petróleo nunca ha sido garantía de riqueza

Edwin Laurentine Drake, alias El Coronel, perforó el suelo de Titusville al norte de Pennsylvania por primera vez en el año de 1858. Para el día 27 de agosto de 1859, ya iba la excavación en el nivel de 21 metros de profundidad, y el petróleo brotó a raudales.

Las técnicas de perforación para extraer petróleo inventadas y usadas por Drake, auspiciaron la proliferación de una gran cantidad de empresas perforadoras del suelo para efectos de extracción de hidrocarburos. Pronto se edificó la primera refinería petrolera del estado, y los primeros desarrollos de la industria gasera, entre ellas la Oil City, fundada en 1860 encima de una aldea india, cerca del río Alleghery y del Oil creek.

La transportación de los barriles de petróleo hasta Pittsburg, que estaba a 150 kilómetros de distancia, era por agua, y todo iba viento en popa hasta que se agotaron los campos petroleros en 1950. Este primer desarrollo petrolero acabó, pero el tiempo del auge petrolero en la región, fue disfrutado por muchas personas, excepto por Drake, quien a pesar de haber sido el pionero de las perforaciones, nunca tramitó la patente, por lo que terminó muriendo en la pobreza absoluta.