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Houston está abierta a negocios a pesar de los obstáculos

Houston - El alcalde de Houston insistió en que la cuarta ciudad de Estados Unidos está abierta a los negocios, pero con áreas todavía anegadas, residentes que no pueden regresar a sus casas y miles de millones en daños por reparar, los grandes desastres creados por Harvey están lejos de estar resueltos.

El alcalde, Sylvester Turner, dijo que gran parte de la ciudad esperaba volver a la normalidad tras el feriado del Día del Trabajo.

"Cualquiera que estuviese planeando una conferencia o una convención o un evento deportivo o un concierto en esta ciudad, puede seguir viniendo", dijo a la televisora CBS. "Podemos hacer varias cosas a la vez".

Una de las preocupaciones, la existencia de nuevas explosiones en una planta química dañada, se redujo después de que funcionarios realizaron el domingo en la noche una quema controlada de componentes altamente inestables en el complejo de la planta Arkema en Crosby. Tres remolques habían ardido previamente después de que las inundaciones provocadas por Harvey dejaron los generadores sin servicio.

Las autoridades dijeron que seguirán monitoreando el aire y mantuvieron la orden de desalojo para las personas que viven a 2,4 kilómetros (1,5 millas) de la planta, en las afueras de Houston.

El agua inundó también al menos cinco almacenes Superfund (Superfondos) de residuos tóxicos cerca de Houston y algunos más podrían presentar daños, aunque funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) todavía no evaluaron el alcance total de los daños.

El gobierno de Texas, Greg Abbott, dijo a la CNN que la EPA está "trabajando ya en algunos de ellos", pero "tienen limitaciones en su capacidad para chequear algunos de ellos simplemente por el agua".

Según Turner, el agua potable de Houston no se ha visto afectada por la tormenta. Esperamos que la EPA revise esos sitios Superfund para asegurar que la contaminación está contenida y es limitada, explicó a CBS.

Otros problemas que afectan a la región: todavía queda mucha agua en las casas y no hay agua potable.

Equipos de operarios iban puerta a puerta el domingo cortando la electricidad y advirtiendo a los que seguían en sus inundadas casas en la zona occidental de la ciudad que hay riesgo de nuevas inundaciones, no por las lluvias sino por el alivio de reservas de agua, que están por encima de su capacidad. Miles de viviendas en Houston tienen órdenes de evacuación obligatoria, aunque alrededor de 300 personas se niegan a cumplirlas.

Más de una semana después de la llegada del huracán Harvey, algunas personas regresaron brevemente a sus casas en la zona para intentar salvar sus pertenencias más valiosas.

Por otra parte, los operarios seguían reparando la planta de tratamiento de agua de Beaumont, a unos 137 kilómetros (85 millas) de Houston, que no funciona desde que la crecida del Río Neches inundó el sistema principal de suministro y las bombas de repuesto se pararon. Y en las afueras de la localidad de Liberty, a aproximadamente 72 kms (45 millas) de Houston, docenas de personas seguían incomunicadas por el Río Trinity. Un helicóptero de la Guardia Nacional de Texas aterrizó en la base de los bomberos de la zona con palés de agua potable.