26/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 17 de 1823: expide, el reinstalado Congreso de México, la convocatoria para elegir un nuevo Congreso mexicano, después de que el emperador Agustín I lo había disuelto. Esta convocatoria es la que sentó las bases para la edificación del Congreso Nacional democrático tal como existe actualmente. Porque no era un legislador en base a estamentos, sino por representación popular, en donde la población era considerada además de los naturales, a los “vecinos del territorio mexicano”.

La representación del pueblo estaba sujeta a puntos relevantes como: 1.- habrá un diputado por cada 50 mil personas 2.- cuando alguna provincia no reúna esa cantidad de habitantes, de todas formas tendrá un diputado que la represente   3.- el proceso de elección de los diputados será indirecto, es decir que habrá juntas primarias, secundarias y de provincia. 4.- Para poder votar se debería tener 18 años como mínimo, y vivir en algunos de los ayuntamientos del país. 5.- No votarán los presos ni los delincuentes sin oficio legal.  6.- por cada 500 habitantes y por municipios se elegirá a los electores primarios, quienes representarán en la siguiente etapa a la población que los eligió. Así inició México su etapa democrática, que, sin embargo, tardó un siglo para consolidarla pues el resto del siglo XIX fue de cuartelazos y revoluciones por el poder. Empezando el siglo XX estalló la revolución mexicana precisamente por los vicios democráticos en contra de otro dictador que se instaló por tres décadas en el poder. Hoy, nuestro Congreso con su integración democrática, es ejemplar pues sus bases de representación minoritaria asegura que todas las corrientes políticas tengan su presencia y la oportunidad de exponer sus ideas.