Jean Guitton, importante pensador católico, dice que la vida plena se compone de amor, caridad, coraje, esperanza, humildad, prudencia, sencillez, y tolerancia. En nuestro diario trajinar debemos poner atención a los muchos momentos en que lo cotidiano nos da el mensaje de que las maravillas que la ciencia estudia, las tenemos en nuestras manos.

Ciertamente muchos somos tan torpes que no captamos la magia diaria porque estamos “muy ocupados” en tonterías que no nos llevan a ninguna parte. La práctica del zazen – za significa en japonés sentarse, y zen, meditación. Sentarse a meditar nos permite encontrar lucidez cotidiana, así como la paz y energía necesarias para enfrentar las locuras de nuestros tiempos. Esta práctica aporta bienestar y calma aún en los momentos más complicados. Meditar es domar el torrente de ideas que atraviesan nuestras mente. La conseja más importante del Zazen es: cuando aparezca un pensmaiento, sé consciente de él, pero no lo toques ni lo alimentes, no hagas nada, y cuando tengas consciencia de él, desaparecerá.