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Temen más excarcelaciones tras liberación de involucrado en desaparición de 43 estudiantes

CIUDAD DE MÉXICO  - La liberación de uno de los principales señalados por la desaparición y asesinato de 43 estudiantes de una escuela normal en México, abre la puerta para que otros supuestos responsables salgan de prisión, dijeron los familiares de las víctimas y su abogado.

El sábado, un juez mexicano ordenó la liberación de Gildardo López, presunto líder de la organización delictiva “Guerreros Unidos”, quien habría perpetrado el secuestro de los jóvenes, luego de que un juez encontró que su testimonio fue obtenido bajo tortura y que hubo otras fallas en las pesquisas.

“A nosotros nos preocupa mucho que pudieran seguir una suerte parecida otros delincuentes señalados como responsables de la desaparición”, dijo Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro, que tiene la representación legal de los padres de los estudiantes.

Fuentes oficiales confirmaron a Reuters la liberación de López, detenido en 2015, un año después de la desaparición, y acusado inicialmente de secuestro y delincuencia organizada. De acuerdo a organismos de derechos humanos, López fue torturado durante la toma de declaraciones.

“Esta decisión, desafortunadamente, fue un duro golpe contra los padres de familia (...) tenemos temor de que más personas puedan salir sin haber proporcionado información sobre el paradero de nuestros hijos”, dijo Mario González, padre de uno de los desaparecidos en Iguala, en el estado sureño Guerrero.

Además de López, unos 44 acusados del caso Iguala han recuperado su libertad en los últimos años.

La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo en un informe el año pasado que encontró “sólidos motivos para creer que una parte de las personas arrestadas en México en la etapa inicial de investigación (sobre este caso) fueron torturadas y detenidas de manera arbitraria”.

En septiembre de 2014, más de 100 estudiantes de una escuela rural normal de Ayotzinapa -unos 220 kilómetros al sur de Ciudad de México- que viajaban en varios autobuses fueron atacados por policías coludidos con criminales. 43 de ellos desaparecieron y sólo se encontraron supuestos restos de uno.