Mayo 10: Día de las madres en México. En 1922 se institucionalizó esta fecha gracias al periodista del diario “Excelsior” Rafael Alducin, que publicó una convocatoria para su celebración. En ella pedía a los hombres llevar en la solapa y a las mujeres en el vestido, un clavel blanco para quienes tuviesen viva a su madre, y uno rojo para los huérfanos, aunque esta parte de la propuesta se diluyó pronto. La idea original de la celebración del día de las madres es sajona. En Inglaterra desde el siglo XVII se celebra el “domingo de servir a la madre”, día feriado para convivir con ella. En Estados Unidos, Ana Jarvis –huérfana en 1905-, inició una campaña para institucionalizar el Día de las Madres consiguiendo que el Congreso aprobara en 1914 la celebración de una fiesta nacional con ese motivo, y ahora ya es costumbre mundial.
En España, se celebra el primer domingo de mayo; en Suecia, el último domingo de mayo los niños regalan flores y cantan una melodía llamada “Mamá”. En Egipto, el 21 de marzo se invita a la madre a comer fuera de casa. En Francia, el segundo domingo de mayo les regalan flores o chocolates a las madrecitas. En América Latina, Perú, Ecuador, Honduras y Colombia lo celebran el segundo domingo de mayo. Costa Rica el 15 de agosto y Argentina el tercer domingo de octubre; mientras en Bolivia el 27 de mayo.
Sólo El Salvador y Guatemala festejan a las madres el 10 de mayo, igual que en México. Es impresionante saber que en todos los idiomas todos los hijos comienzan a hablar pronunciando la palabra “mamá” porque para él, ella es todo. Los alemanes le dicen “mutti”; los checos y polacos “matka”; los árabes “umm”; los griegos “mitera”; los holandeses “mama”; los hebreos “ima”; los franceses le dicen “maman”; los portugueses “mae”; los italianos “mamma”; los japoneses “okaasan”; los suecos y los daneses “mamma”; los ingleses y norteamericanos “mom”; los finlandeses “äiti”; los húngaros “anya”; los chinos “mama”; los náhuatl “nantli”, y los turcos “anne”.El corazón de la madre es siempre el corazón del hogar, dijo el papa Juan Pablo II. Gracias a la madre los seres humanos nos desarrollamos en todos los aspectos, pues no existe mejor transmisor de cultura, idioma y principios morales que una madre. Quienes conocimos a nuestra madre y ya no está presente, debemos darle gracias a Dios por el tiempo que la disfrutamos. Quienes tienen la dicha de conservarla, les deseo que la disfruten mucho, pues al paso del tiempo, cuando ya no la tengan, los de ella serán sus más hermosos recuerdos y el motivo de inconmensurable alegría. Como bien dijo Tolstoi, el niño reconoce a la madre por la sonrisa.
¡Feliz Día de las madres!
