Entre los grandes conquistadores de la historia, Alejandro Magno tal vez haya sido el mejor deportista. Diariamente se daba tiempo para practicar la carrera y el salto, deportes que eran sus preferidos y estaba más o menos al día de lo que estaba sucediendo en el medio deportivo.

  Así se enteró de que un joven atleta estaba rompiendo récords en las carreras, y ya se le consideraba el más rápido corredor de toda Grecia. Así que giró instrucciones para que se le invitara a que corrieran juntos.

 Desde luego que el joven atleta aceptó y ambos corrieron en competencia privada.  El Rey de Macedonia hizo su mejor esfuerzo en el campo para competir de tú a tú con el joven atleta, quien, para halagarlo, se dejó ganar, por lo que Alejandro le dijo:  _Hubiera sido yo muy feliz si hubiese llegado a la meta un poco después que tú, pero llegar antes me hace sentir defraudado, así que este supuesto triunfo no vale nada. Y molesto,  lo corrió del campo gritándole: ‘entiende que sólo debe ganar el mejor, sólo debe ganar el mejor’.

 Estamos a cinco días de las elecciones en varios estados de la República, el domingo saldrán los electores a elegir nuevas autoridades y, de entre esos estados nuestro vecino Tamaulipas renueva a su gobernador.

 La competencia según dicen las encuestas, va decantándose para favorecer a Américo Villarreal, el hijo de mi amigo Américo Villarreal Guerra, quien siendo gobernador de Tamaulipas tuvo tantas deferencias conmigo que me siento en deuda con su memoria. En consecuencia mis simpatías personales deberían estar con su hijo. Desde luego que todo es en mi mente, pues no vivo ni voto en Tamaulipas, y no haré una sola llamada para apoyar a ninguno de los candidatos a gobernador.

Sin embargo, me alegra el parecerme en algo -así sea en un asunto mínimo-, con el gran Alejandro Magno, pues sinceramente pienso… que gane el mejor candidato.