28/Apr/2024
Editoriales

Las bicicletas y el equilibrio

 

Una de las cosas que nunca se olvidan es andar en bicicleta, así pasen décadas sin practicarlo.

 Es posible que la explicación sea la edad en la que se aprendió a manejarla, pues generalmente es en la niñez, cuando sabemos pocas cosas y todo lo que se aprende se nos graba como si hubiésemos utilizado un cincel.

 Al principio nos daba miedo pedalearle rápido a la bicicleta porque la velocidad impone, hasta que nos dimos cuenta que en la medida de que se aumenta la rapidez, las bicicletas caminan más derechas.

 Es el mismo fenómeno que cuando rodamos un aro, y esto está perfectamente estudiado y explicado en la primera Ley de Foucault que dice: ‘todo cuerpo en rotación seguirá moviéndose en el mismo plano mientras conserve el impulso’

 Esto significa que cada una de las ruedas de las bicicletas que van en movimiento, genera un campo de fuerzas girostático y, gracias a ello, mientras una bicicleta o un aro continúen girando en torno de su eje de rotación, circularán en forma vertical.  

 Por eso no es fortuito el dicho popular que se refiere a la persona que pide algo y que luego de tenerlo, no lo usa; cuando eso sucede se le dice: ¿Querías bicicleta? Pues pedaléale!