19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Diciembre 02 de 1547: muere en Castilleja de la Cuesta, España el conquistador de México, Hernán Cortés. Nació en villa de Medellín, provincia de Badajoz, España, en 1485. Estudió en la Universidad de Salamanca y en 1504 zarpó rumbo al nuevo continente en donde conseguiría fama y fortuna: América. Su muerte fue triste, pues se encontraba solo y molesto por el trato recibido de la corona española puesto que él le había dado las más grandes y fértiles tierras que jamás había tenido y el pago recibido no fue de acuerdo a lo tratado originalmente.

Hernán Cortés no sólo conquistó a México (Nueva España) sino que hubo de tomar decisiones trascendentales, como la de determinar la ubicación de la nueva ciudad española tras la caída de la Gran Tenochtitlan. Argumentos técnicos y políticos había para erigirla en Coyoacán, o en Tacuba o en Texcoco, pero su sensibilidad le dijo que, si ese fuera el caso, habría una competencia entre la ciudad de México y las ruinas de la capital tenochca. Por eso decidió sobre ponerla encima de los despojos de Tenochtitlan. Fue feliz gobernando con doña Marina (Malinche) a su lado pues no era celosa y sí una mujer muy inteligente. Pero desde España llegó su esposa Catalina Xuárez en 1522 y comenzaron los problemas conyugales. Discutían mucho hasta que un día amaneció muerta inexplicablemente y el rumor era que Cortés la había ahorcado. Dos años después, salió a la expedición de Las Hibueras para buscar a Cristóbal de Olid, quien le dijeron que se había asociado con su enemigo Diego Velásquez, pero como tenía prisionero a Cuauhtémoc, se lo llevó por temor de que en su ausencia los indígenas se amotinaran para liberarlo.

Sin embargo, durante el viaje, le dijeron que las tribus estaban preparando un ataque usando la existencia de su tlatoani, así que mejor decidió ejecutarlo cuando cruzaba la selva entre los actuales estados de Chiapas o Guerrero. Regresó a la ciudad de México y se encontró la novedad de que el rey de España lo había destituido y le ordenaba que se presentara en Madrid para enfrentar un juicio en el que lo acusaban de quedarse con el quinto real (los impuestos propiedad de la corona española) y de asesinar a su esposa. El resultado fue que no lo encarcelaron, pero ya no gobernaba Nueva España, sino que le dieron el título de marqués del Valle de Oaxaca con 23 mil vasallos. Regresó a vivir en nuestro país estableciéndose en Cuernavaca hasta 1540 que retornó a España donde murió haciendo corajes. Hernán Cortés es considerado por algunos expertos como el más grande conquistador de la historia, igual o mayor que Alejandro Magno, Atila y Gengis Kan.

Es difícil medir ahora los territorios conquistados de todos ellos pues las fronteras de lo que fueron sus dominios cambiaron muchas veces al paso del tiempo. Tan solo el Imperio mexicano llegó a ser la cuarta nación del mundo en medidas territoriales. Sea o no verdad esa expresión de Hernán Cortés, lo cierto es que el tipo era muy inteligente y bastante osado, que además tenía claros sus objetivos, algo escaso en la mayoría de los seres humanos.