04/May/2024
Editoriales

Hemos topado con… el Barón Rojo

Se llamaba Manfred von Richtofen, nacido en Breslau, actual Polonia, en 1892. De familia aristocrática se inscribió en la primera Guerra Mundial participando como soldado de infantería, siendo condecorado con la Cruz de Hierro por su valor. Cambió de arma y se inscribió en la Fuerza Aérea Alemana consiguiendo ser parte del escuadrón de caza Jasta 2. Destacó como nadie antes obteniendo 40 victorias, entre ellas su logro principal fue derribar al famoso piloto inglés Lanoe Hawker.

Su avión Fokker triplano era color rojo, pues su escuadrilla se apodó El Circo Volador, y ese llamativo color le correspondió a él. 

En julio de 1917 Richtofen resultó herido cuando una bala perdida le dio en la cabeza, quedando parcialmente ciego.  

Pero su fuerza de voluntad fue determinante para recuperar buena parte de su visión y poder seguir combatiendo. Continuó surcando el aire derrotando enemigos hasta el 21 de abril de 1918 cuando, el gran piloto alemán que estaba por cumplir veintiséis años, el Barón Rojo, que había derribado a ochenta enemigos, fue abatido. 

Desde luego que la culpa fue suya, pues infringió una de las reglas que él mismo había acuñado: no perseguir nunca a un objetivo que se escapa.

Resulta que le pegó metralla a un avión inglés pero no lo derrumbó y huyó.

El Barón Rojo surcó el aire persiguiéndolo ya en territorio hostil, y lo derribaron desde tierra. 

Al día siguiente un avión inglés lanzó volantes encima de las bases alemanas informando que su mejor piloto alemán -ahora considerado el mejor piloto de caza de todos los tiempos- había muerto. 

Lo interesante del caso es que el mayor inglés David Blake le organizó un funeral con todos los honores de un gran militar. 

Enviaron a seis capitanes -del mismo rango que tenía El Barón Rojo- con el féretro cubierto de flores, al cementerio de Bertangles, Francia, colocándole una cruz hecha con una hélice de su avión Fokker. 

El epitafio de sus enemigos es ejemplar: “Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Descanse en paz”.