28/Apr/2024
Editoriales

Espectáculos y diversiones en Monterrey. Las salas cinematográficas

Entre los espectáculos y diversiones tradicionales en Monterrey, destacan las salas cinematográficas. En el cine concurren varias artes como actuación, canto, música, paisajismo, historia, fotografía, y otras. Además de algunas técnicas como mecánica en la secuenciación de imágenes, sonido, sincronía con el sonido, efectos visuales, etcétera. La historia de las artes que convergen en la cinematografía es hermosa pero demasiado larga, y la estudiaremos en otra ocasión.   

 

Las artes escénicas, determinantes para la cinematografía, merecen estudio aparte. 

 

El cine es básicamente fotografía. Y ésta inicia con imágenes obtenidas por la acción química de la luz sobre una superficie. Comenzó desde la caja negra del filósofo chino Mo Di (Micio, 468 a. C. y 391 a. C.) que obtenía siluetas; luego avanzó con el francés Niepce en 1816, y Daguerre en 1838, hasta que en 1888 George Eastman sacó al mercado la cámara Kodak de fotografías químicas. Y de la misma empresa, Steve Sasson desarrolló en 1975 una cámara sin película, con sensor electrónico. 

 

Ahí comenzó la fotografía digital ahora incluida en teléfonos móviles, videojuegos, y computadoras. Extrañamente Kodak no tuvo fe en su invento, y continuó invirtiendo en fotografía química, mientras Canon, Laika (fabricante de lentes), Nikon, y Samsung desarrollaron cámaras digitales, desplazando del mercado a la cámara Kodak. 

 

Para entonces la fotografía ya había parido a la película. En 1872 el aficionado Eadweard Muggeridge -americanizado Muybridge- fotografió con varias cámaras el trote de un caballo. Al reunir y pasar rápidamente las fotografías, causaron la percepción de movimiento, y eso detonó una carrera para mejorar el procedimiento. En 1895 los hermanos Louis Nicolas y Luis Jean Lumière proyectaron con fines de lucro algunos cortos como La Salida de la fábrica Lumière, La llegada de un tren a la estación de la Ciotar, y el Redador regado. 

 

Así inició el cine, aunque faltaba un aparato que proyectara con calidad las imágenes de la película sobre una superficie amplia -telón, muro, o bóveda-. Este ‘Proyector’ también tiene su historia, desde que el Abad de Gazzera instaló en 1808 un lienzo de tela grande y delgada, con la pintura de un paisaje que de noche iluminó por la parte de atrás, y del otro lado de la luz, al público le parecía ver un paisaje real. Esto se popularizó nombrándoles Panoramas, espectáculos que llegaron a nuestra Ciudad. 

 

En el Monterrey de 1864, los Panoramas eran partes de las ferias: 

“José Kühn pide rebaja de cuota por el panorama que estableció en las postales durante la feria”. 

En 1872 el Cabildo otorgó permiso a Juan Baqué de presentar algún panorama: Noviembre de 1872. "Correspondencia con la Tesorería Municipal, dirigido al C. Alcalde 1o. de esta Ciudad. Rúbrica de Antonio L. Rodríguez… Se concede al C. Juan Baqué, pague por licencia de su panorama en esta oficina dos reales por cada cuatro días”. 

 

En 1882 el propio  Eadweard Muggeridge mejoró los proyectores con su zoopraxiscopio, que proyectaba en la pared imágenes de un disco de cristal. Hasta que los hermanos Lumière perfeccionaron el proyector con la cinta que su propia cámara generara. 

 

Otro elemento importante del cine fue el acompañamiento musical de las imágenes en movimiento -película-. Se hacía con partituras tocadas en piano en paralelo a la exhibición de la película. Luego se utilizaron discos de acetato; y después se amenizaba la película con una banda sonora. Los hermanos Lumière patentaron el Cinematógrafo en febrero de 1895, y no pasaba un año cuando uno de estos equipos ya funcionaba en la Ciudad de México. 

 

En mayo 1898, una compañía británica llamada “Gran Exposición Imperial” que mostraba “vistas fijas de diversas ciudades europeas y asiáticas” llegó a Monterrey, teniendo tal éxito que obligó a que prolongara sus presentaciones por más de quince días. En esa época -1896 y 1898- hubo varias “visitas” de cinematógrafos itinerantes a la Ciudad que maravillaron a la sociedad regiomontana. 

 

Esto estimuló a inversionistas para que en 1898 se estableciera el primer local para la exhibición de películas, que se llamó El Fausto. Ahí se exhibieron cintas con los más famosos artistas del momento: Max Linder, Susana Grandais -primera gran actriz francesa-, y Salustiano, en funciones de cine mudo, acompañadas por un pianista. 

 

Al iniciar el siglo XX se multiplicaron las funciones de cine en carpas, plazas, cantinas y centros de reunión donde también se presentaban zarzuelas, títeres, y funciones de box. Había interés político de que se mostrara el progreso del régimen porfirista, y se propiciaba la exhibición de películas mudas traídas del extranjero y algunas nacionales. 

 

En 1904 los hermanos coahuilenses Adolfo y Antonio Rodríguez Santos abrieron en la calle de Zaragoza una cantina llamada “Salón Pathe”, que tenía una sala de cine con  capacidad para 50 personas. En 1906 se mudaron a la calle Zaragoza y Padre Mier e instalaron la cantina “El Progreso” nombre de un famoso teatro que se había incendiado. A El Progreso se le construyó en 1910 un segundo piso, instalando allí un billar, una pista de patinar y una sala de cinematografía. Este negocio cambió su nombre por el de Variedades Progreso. 

 

En las primeras décadas del Siglo XX, parte indispensable de las funciones de cine era una orquesta como la del Teatro Obrero, del compositor Casimiro Rodríguez; la del Teatro Zaragoza de Teódulo Velázquez; y la del progreso de Alberto Barrón. 

 

Al iniciar la década de los treinta, los teatros de Monterrey se adecuaban para instalar el cinematógrafo y funcionar como teatro o como cine. Entre ellos estaban la Terraza Bernardo Reyes, los cines Escobedo, Anáhuac, Gloria Nacional, Zaragoza el Teatro Monumental (sujeto a concesión especial otorgada por el Congreso del Estado) 

 

Las películas sonoras acabaron con la necesidad de orquestas en las salas, y los cines ampliaron su capacidad aprovechando el área que ocupaban las orquestas. 

 

Así, en la década de 1930 a 1940 existían en Monterrey las siguientes salas de cine: 

 

Salón Imperio, ubicado en avenida Juárez entre las calles 5 de Mayo y Washington. 

Obrero, en la calle José María Morelos esquina con calle José Garibaldi. 

Nacional, en calle Julián Villagrán entre calles I. Garza y Santiago Tapia 

Escobedo, en calzada Madero entre Ignacio Zaragoza y Mariano Escobedo.  

Gran Teatro Zaragoza, en calle Zaragoza entre Allende y Mariano Matamoros.  

Terraza Zaragoza, en calle Zaragoza entre Allende y Mariano Matamoros.  

Lírico, entre calzada Madero entre Colegio Civil y Avenida Benito Juárez.  

Terraza Bernardo Reyes, entre calle Villagrán entre Isaac Garza y Jerónimo Treviño 

Gran Teatro Rodríguez, en avenida Juárez entre Aramberri y modesto Arreola.  

Cosmos, en calle José María Morelos 165 Poniente. 

Regis, en calzada Francisco I. Madero esquina con José Mariano Jiménez 

Edén, en calle Querétaro esquina con calle Independencia 

Rex, en calle Ignacio Zaragoza entre calles Ignacio Allende y 15 de Mayo 

Encanto, en calle Julián Villagrán esquina con calle Isaac Garza 

Olimpia, en calle Ignacio Zaragoza, cruz con Juan Ignacio Ramón 

Anáhuac, en calle Washington entre Ignacio Zaragoza y Juan Zuazua 

Juárez, en calle Mariano Arista esquina con calle Albino Espinosa 

Alameda, en calle Villagrán, entre Arteaga y Tapia 

Florida, en la calzada Francisco I. Madero, entre Galeana y Emilio Carranza. 

Madero, en calzada Francisco I. Madero y Avenida Cuauhtémoc 

Atracciones Monterrey (Carpa), en calzada Francisco I. Madero y Ave. Cuauhtémoc 

Folies Bergere, en calzada Francisco I. Madero y Ave. Cuauhtémoc 

Teatro México, ubicado en calzada Madero entre Juárez y calle Vicente Guerrero. 

 

 

Los frontispicios de las salas de cine eran grandes para anunciar las películas y sus horarios. Algunos tenían llamativas columnas de estilo neoclásico, y vestíbulos con una dulcería. Los más grandes eran de dos y hasta tres pisos con butacas, y pantallas gigantes. No había conciencia del riesgo de las estructuras de madera en las salas de proyecciones, con las cortinas y adornos en las paredes y, como se permitía fumar, el calentamiento del cinematógrafo potenciaba la incidencia de incendios. 

 

En 1942 el cine Variedades Progreso, ubicado en Zaragoza y Padre Mier, fue remodelado, rebautizándose como Cine Elizondo -por el apellido de uno de los socios-, con un estilo que parecía un “Palacio Chino” con Budas gemelos dorados, dragones chinos, y una capacidad de mil 792 personas.  

 

El cine Elizondo fue inaugurado con la película China Sky y la presencia de las estrellas del cine nacional María Félix, Jorge Negrete y Cantinflas. 

 

El cine Reforma, ubicado en calzada Madero, entre Galeana y Emilio Carranza, se inauguró en 1946, otro cine monumental con fachada estilo Art Decó, y capacidad de 4 mil 450 personas. 

 

En 1947 se construyó el Cinema Monumental Monterrey, en Aramberri y Amado Nervo, en el predio donde estuvo la penitenciaría edificada por Bernardo Reyes en la Alameda entonces llamada Porfirio Díaz. Este cine tenía capacidad para 4 mil 650 personas, y su fachada de estilo Art Decó sigue actualmente, protegida por el INAH. 

 

No eran pocos los cines traspasados a los Hermanos Rodríguez y sus hijos, que seguían en el negocio, entre ellos, el Lírico y el Encanto. 

 

Es importante recordar que la década de los años cuarenta del Siglo XX fue muy próspera para el cine mexicano, pues la Segunda guerra Mundial detuvo la industria del cine norteamericano, y en todas las salas se exhibían películas mexicanas. 

 

En la década de los años cincuenta regresó el gusto por las cintas norteamericanas y nuevas técnicas de proyección modernizarían los cines. 

Continuará...  

 

FUENTES 

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY 

COLECCIÓN: Civil, volumen 282, expediente 28 

COLECCIÓN: Misceláneo, volumen 282, expediente 9. 

http://eprints.uanl.mx/8995/1/Pasado%20y%20presente%20de%20las%20salas%20cinematograficas.pdf 

http://amic2015.uaq.mx/docs/memorias/GI_09_PDF/GI_09_Las_antiguas_salas_cine.pdf 

Circuito Rodríguez: empresarios cinematográficos en Monterrey (1904- 1947), Kassandra Donají Sifuentes Zúñiga. TRaabajo de ingreso a la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, A.C.