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Jamnagar refinería hindú el modelo de la que se construirá en México: R. Nahle

 

De acuerdo con la próxima administración, en menos de un mes se presentarán los planes de una de las nuevas refinerías que tendrá el país. Para ello, el equipo comandado por Rocío Nahle, a quien el candidato ganador Andrés Manuel López Obrador señaló como futura secretaria de Energía, analiza el modelo de la refinería más grande del mundo: Jamnagar, en India, cuyas dimensiones cuadruplican los proyectos que se buscan en el país, mientras que expertos sugieren que para su construcción se replique el modelo de licitaciones de las rondas petroleras.

 La refinería de Jamnagar, situada al oeste de India en las costas del mar Arábigo, es operada por la segunda compañía privada más grande de ese país: Reliance Industries Limited. Actualmente procesa poco más de 1.240 millones de barriles diarios de petróleo crudo, cuando la capacidad total de las seis refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) es de 1.6 millones de barriles diarios (aunque en la actualidad sólo se utiliza 40% de ésta), mientras que la capacidad máxima que se pretende instalar en las nuevas refinerías mexicanas es de sólo 300,000 barriles por día.

 El mayor centro refinador del mundo fue construido en 36 meses, del 2005 al 2008, con un costo de 6,000 millones de dólares. En tanto, el proyecto 2018-2024 de la futura administración contempla que “se requerirá una inversión estimada de 6,000 millones de dólares para cada refinería” nueva, a pesar de que serán de menores dimensiones que el complejo hindú.

 El centro Jamnagar, reconfigurado en el 2015, actualmente emplea a 2,500 personas, cuenta con 50 plantas procesadoras ubicadas en un terreno de más de 3,000 hectáreas, mientras se ha anunciado que el nuevo centro en México se ubicará posiblemente en el puerto del Golfo de México, Dos Bocas, en Tabasco, donde ya se cuenta con 400 hectáreas propiedad del gobierno federal, o Madero, en Centla, en un terreno de 60 hectáreas que, también en Tabasco, colinda con el Río Grijalva.

  “Independientemente de si hay controversia o no sobre el costo total, es innegable que será un megaproyecto de infraestructura, de varios miles de millones de dólares. Al lanzarse tan temprano en la nueva administración, va a ser un proyecto que el mundo entero volteará a ver para tratar de entender la posición de López Obrador y su equipo en temas tan importantes como transparencia”, consideró en su análisis el think tank Pulso Energético, de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi).