19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 13 de 1927: Sufre un atentado el presidente electo Álvaro Obregón. El sonorense Álvaro Obregón fue presidente de la República de 1920 a 1924, dejando la presidencia de México en manos de Plutarco Elías Calles, quien propició una reforma constitucional que lo habilitaba (a Obregón) para ser de nuevo presidente, así que se lanzó de candidato y triunfó pues sus opositores militares Arnulfo R. Gómez y Francisco R. Serrano fueron eliminados por la vía del fusil.

Sin embargo, su reelección causó gran escozor entre los diversos grupos políticos y conservadores del país, y el domingo 13 de noviembre salió temprano de su casa en ciudad de México para llegar a buen tiempo a la corrida de toros. Pero era demasiado temprano, así que para consumir el tiempo sobrante se dirigió al Bosque de Chapultepec en su automóvil Cadillac, custodiado por agentes policiales de todas las confianzas del nativo de la Hacienda de Siquisiva, Sonora.

Sin embargo, otro automóvil marca Essex, cuando el auto de Obregón iba por la Fuente de las Ranas, cercano al puente del lago, se le emparejó y uno de sus ocupantes (Segura Vilchis) lanzó una bomba de dinamita, otro de ellos (Nahúm Ruiz) disparó toda la carga de su revólver con destino al presidente electo, y el tercero de ellos (Javier Tirado), lanzó otra bomba igual. Obregón desenfundó su arma y disparó a los atacantes mientras sus escoltas hacían lo propio, logrando matar a Nahúm Ruiz y apresando a Javier Tirado junto a Segura Vilchis. Obregón salió ileso pero esto era sólo el principio pues posteriormente moriría en otro atentado que después veremos. Por lo pronto, en este de Chapultepec, las investigaciones llevaron a que se concluyera que el origen era la decisión tomada por el grupo extremista La Liga, surgido con motivo de la campaña cristera emprendida por el presidente Calles contra la Iglesia. Detrás del atentado estaban, según reporte oficial, los hermanos Miguel Agustín y Humberto Pro Juárez.

El padre Miguel A. Pro fue fusilado el 23 de noviembre de 1927, diez días después del hecho narrado por Antonio Dragón S. J., en su libro: La vida íntima del padre Pro, quien deja en duda la culpabilidad real de los hermanos Pro. Obregón es un personaje muy fuerte en la historia de la Revolución Mexicana, mucho se ha escrito de él y sus hazañas militares, pero falta más porque su muerte trajo muchas repercusiones en Nuevo León.