04/May/2024
Editoriales

Cuando la imagen dice poco o nada

"Una imagen dice más que mil palabras"

 

La frase anterior sigue vigente. En esta era cibernética la "imagen" ha desplazado el texto y la voz. Ya no importa lo que se lee o se dice o lo que escuchamos, sino, lo que se ve. 

Ya no ocupo leer o investigar nada para ampliar mi cultura; basta consultar mi smartphone y responder cualquier pregunta aunque Wikipedia me advierta que no responde por la veracidad de lo que publica. Las redes también contienen miles de mentiras.

 La era de la "imagen" desplazó la comunicación a un modo de vida aparentemente más sencillo, práctico; más objetivo y eficiente, pero, a veces es un gran fraude. 

 En los negocios ha hecho crecer y desarrollar grandes empresas explotando al máximo el concepto. En corto tiempo y poco esfuerzo ha hecho millonarios a muchos negocios, explotando el concepto psicológico de que te regalan algo cuando lo que compras te lo llevan a tu domicilio. Te hace sentir muy bien y te conviertes en un comprador compulsivo sin remedio.

 

Ya no importa la historia, la fama, el prestigio, la calidad.

 La filosofía de trabajo, el decálogo, la misión. Todo pierde valor y la suple la imagen del producto o persona. Gana la comodidad del catálogo de la "General Store"  de hace 170 años.

 La cibernética hizo desaparecer  grandes empresas en el mundo. Grandes tiendas van en picada. Ya puedo hacer un gran negocio sin invertir nada trabajando en mi cuarto de "triques" vendiendo por Internet artículos que jamás almaceno. Sólo traspaso sin tocarlo ni verlo. ¿Garantía? No.

 Hoy en día el posicionamiento global de satélite, <GPS por sus siglas en inglés> "borró  del mercado a los mapas" impresos.

El gigante SEARS se fue al caño quebrado en E.U. por citar dos de miles de casos reales.

 

Pero, ¿qué de la imagen de cada uno de nosotros?

Hoy el modo de vida es imagen. 

El texto escrito y lo hablado está muriendo. Ya no es lo que se dice, lo que se lee, sino, lo que aparenta. No queremos leer ni escuchar y mucho menos analizar; queremos ver y si nos gusta, no importa que no sirva. Lo que importa es que otros nos vean en la imagen de lo nuevo, lo espectacular, la moda, el cliché.

 

Es entonces que me pregunto: 

¿"cierto es que la imagen dice más que mil palabras"?  Y me contesto: pues a veces no. Hay distorsión de lo que se aparenta en muchas formas. 

 Cuando pides la hamburguesa por la foto del menú y llega a tu mesa un fraude. 

Así puede ser nuestra imagen: ¡un fraude!, si no respondemos, si no hablamos, si no demostramos, cumplimos, respetamos y hacemos lo que aparentamos. 

No leímos el texto y objeto de la imagen que finalmente nos engaña.

 Los poderosos que venden e inventan las imágenes, esos sí tienen filosofía de trabajo,  disciplina, sistema, política, técnicas científicas y no se  dejan engañar por lo que ven cuando de invertir se trata. Me doy cuenta de ello cuando solicitan mis servicios profesionales.

 Dos ejemplos visuales  para este rollo: Recibo cientos de fotos de personas conocidas mientras comen o beben en negocios caros y elitistas.

 Lo importante es la foto, mi estancia en esos lugares elegantes e importantes, de moda y presumir mi falsa alegría y así suplir mi propia ignorancia.

 Comprar por la red te hace sentir que recibes un regalo cuando llega tu mercancía aunque no sea lo que esperabas.

 Tristemente en la actualidad sólo nos importa "el paripe" de donde estuve o lo que compré y eso no me servirá en absoluto para lo que pretendo postular y obtener en mi vida.

 Estamos en la era de la utopía, las falacias e inopias. Otros inteligentes no se dejan llevar por dichos sustantivos y/o adjetivos y explotan nuestra ignorancia.

 

Es cuanto por hoy.