16/Apr/2024
Editoriales

Cuentete. La Pantera era un tracalero

Recuerdo que un compañerito de toda mi educación primaria, La Pantera, del que ya he relatado antes varias anécdotas, aprovechaba su agudeza mental para sacar ventaja, aunque algunas veces –pese a que era un actor casi profesional- sólo hacía el ridículo. 

Lo grave era que en varias ocasiones me llevaba de encuentro.

Como aquella vez que entramos juntos a una tienda grande y nos fuimos directo al área de dulcería. 

 La Pantera, con una cara de seriedad, se le quedó viendo al Tendero y como no hablaba, el señor le preguntó qué dulces quería.

De inmediato La Pantera le dijo que quería una bolsa de chocolates “Kiss”, un paquete de gomitas sabor naranja y un alcatraz de pinole. 

Escuché toda la conversación y me asusté pensando que Pantera planeaba salir corriendo con los dulces.

Pero el experimentado Tendero puso la mercancía en el mostrador y le dijo que la cuenta era de unos cuatro pesos –no recuerdo bien la cantidad-, que se los diera antes de entregarle su pedido.

La Pantera se puso nervioso, y de inmediato echó a volar su “plan B” contestando: 

_Usted me preguntó qué quería yo, y se lo dije, pero no me preguntó si traía dinero, si me hubiera preguntado le hubiera dicho que no…

Nos salimos escurriditos de la tienda, y de la pena que sentí, dejé de hablarle como unas tres horas.