19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

julio 1º de 1979: muere en Monterrey el ex gobernador José S. Vivanco. Nacido en Linares, el 19 de marzo 1899, José Santiago Vivanco Lozano, llevaba sangre española debido a que su madre María Anunciación nació en Madrid, y su padre Manuel Vivanco Ramírez, había sido oriundo de General Terán, NL. Don Pepe Vivanco, como coloquialmente le decían sus seguidores, fue un político sencillo, sin rebuscamientos en su trato y al acceder al poder ejecutivo estatal el general Bonifacio Salinas Leal, lo nombró tesorero del estado, y luego el siguiente gobernador Arturo B. De la Garza, lo ratificó al frente del delicado asunto de las finanzas del estado en lo que hoy es la secretaría de finanzas y tesorería general del estado, hasta 1946 que fue electo senador por Nuevo León. Después, el gobernador Ignacio Morones Prieto lo invitó a ser secretario general de gobierno desde que inició su administración, hasta diciembre de 1952, fecha en que Morones se retiró de la gubernatura para tomar la cartera de secretario de salud en el gabinete del presidente Adolfo Ruiz Cortines. Vivanco, por decisión del Congreso del Estado, quedó al frente de la gubernatura en forma interina hasta el 31 de mayo de 1953, cuando en sesión extraordinaria ese mismo órgano legislativo lo eligió para ser gobernador constitucional desde esa fecha, hasta el 4 de octubre de 1955. En un emocionante acto, terminó a tambor batiente su periodo y entregándole el poder al gobernador electo, el estimado ex rector Raúl Rangel Frías. Don José S. Vivanco es parte de la historia bonita del estado, pues le tocó gobernar durante el llamado Milagro Mexicano, en que el crecimiento de nuestro país asombraba a propios y extraños, así que su gobierno (el de México y el de Vivanco) fue pleno de avances en todos los órdenes. Creció la industria, el comercio y se edificaron muchos sistemas proveedores de servicios para la población, que significaban un incremento en el nivel de vida de los nuevoleoneses. Tan sólo en Monterrey, se construyó un acueducto de 48 pulgadas de agua potable que medía 10 kilómetros de longitud, que va desde Santa Catarina al tanque del Obispado donde se sigue almacenando el líquido para ser distribuido por gravedad por la red citadina. Lo mismo sucedió con los sistemas de agua potable de municipios como San Nicolás de los Garza, Cadereyta Jiménez, Santiago, Terán, Vallecillo, Allende y General Treviño, entre otros. Se preocupaba por modernizar las cabeceras municipales, dotando a varias de ellas con carreteras pavimentadas, como la de Galeana a san Roberto, que permite la conexión en todo tiempo con la carretera nacional a la altura del municipio de Matehuala, S. L. P. Correspondió a su periodo, la inauguración de la presa Falcón sobre el río Bravo en Tamaulipas, por parte del gobierno federal. Esto permitió a la planta hidroeléctrica de la CFE comenzar a generar electricidad para el desarrollo del área metropolitana de Monterrey, comenzando por su industria, pero también para el crecimiento de la mancha urbana. Su obra legislativa transformó al estado porque gracias a la ley de condominios actualizada, el crecimiento vertical se convirtió en alternativa válida en los planes de desarrollo urbano, permitiendo que en vez de crecer las redes de servicios, se instale más equipamiento urbano. México dio un gran paso a la modernidad cuando llegó a estados como el nuestro la telefonía automática, que promueve la eficiencia y le da competitividad a nuestra planta industrial instalada. Su hijo José Vivanco Loza se desempeñó en varios puestos administrativos en el gobierno estatal.