25/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Octubre 16 de 1830: A iniciativa de Lucas Alamán, se funda el Banco de Avío, institución que impulsa a la industria nacional en materia financiera. Luego de consumar la Independencia, vino la expulsión de los españoles, lo que redundó en una falta de capital circulante, así como de instituciones bancarias que paliaran la triste situación por la que pasaba la industria nacional.

Ciertamente ya no había el monopolio español para abastecer de productos a México, por lo que existía un mercado cautivo importante, pero no había apoyos para fabricar lo necesario.

Para proteger a los fabricantes nacionales se elevaron los aranceles a las importaciones y se construyó esta institución bancaria para financiar en primera instancia a las fábricas textiles, entre las cuales el Banco de Avío tuvo a sus primeros clientes. Comenzó sus operaciones con un millón de pesos de capital que, distribuido en pequeñas cantidades, se consiguió que proliferaran pequeñas industrias además de las textiles, con especialidad en fundición, fabricación de vidrio, de papel, talleres mecánicos, y laboratorios de productos médicos. Sin embargo, los problemas con Texas que desembocaron en una guerra de invasión norteamericana y la pérdida de la mitad del territorio, así como la inexperta administración bancaria, llevaron a la quiebra a tan noble institución financiera en el año de 1842, no sin antes haber dejado cimentados a varios negocios que tomaron impulso propio y desde luego coadyuvaron al crecimiento del novel país que un siglo más tarde fuera el principal actor en el Milagro Mexicano, que asombró al mundo.