Popeye es un mito. Sin embargo, ha mantenido a varias generaciones con regímenes alimenticios muy bajos en hierro. En los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial las autoridades sanitarias estadounidenses detectaron fuerte incremento en anemias ferropénicas entre la niñez.

El experto encargado de buscar alimento rico en hierro leyó un informe alemán que contenía una errata de imprenta, pues el punto estaba movido hacia la izquierda, multiplicando por diez la cantidad de hierro que realmente tienen las espinacas. De 4 miligramos por cada 100 gramos pasaba a tener 40. Pero además el hierro de las espinacas es un tipo que se absorbe en menor proporción que en otros alimentos.

El resultado es que de 200 gramos de espinacas el cuerpo sacará 0.8 miligramos de hierro. De esta forma, para obtener la cantidad diaria recomendada (10 miligramos para hombres y 15 para mujeres) se requiere ingerir como mínimo 2 mil 500 gramos de espinacas los hombres, por 3 mil 750 las mujeres. Con esto no decimos que las espinacas no sean buen alimento, sólo que como fuente de hierro es un desastre.