Simon Pegg triunfó con comedias como "Zombies Party", y se ha convertido en contrapunto cómico de sagas supertaquilleras, en concreto de "Star Trek" y "Misión imposible".
Por una vez, quiere interpretar un papel serio, por lo que ha firmado como protagonista de Lost Transmissions, escrita y dirigida por Katharine O'Brien, debutante en el largometraje tras varios cortos.
El actor interpretará a un respetado productor musical, que comienza a comportarse de forma extraña por no tomar su medicación, ya que sufre esquizofrenia. Su mejor amiga, una compositora de canciones, convocará a varios de sus conocidos para convencerle de que ingrese en una institución psiquiátrica.