26/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 16 de 1854: se amplían por decreto del presidente López de Santa Anna, los límites del Distrito Federal. Desde el 18 de noviembre de 1824 se había creado esta entidad federativa con el territorio circundante de la ciudad de México, separándolo del Estado de México.

Originalmente era un círculo de 8.38 kilómetros de radio alrededor de la Plaza de la Constitución, con una superficie de 220 kilómetros cuadrados. Ahora en el decreto que hoy recordamos, se incrementó a mil 700 kilómetros cuadrados, pero en 1898 y en 1902, el presidente Porfirio Díaz lo redujo a sus actuales mil 479 kilómetros cuadrados, trasladando algunas áreas rurales de Tacubaya al Estado de México. Esto es muy importante porque la Constitución de 1824 le daba facultades al Congreso para elegir el lugar que debería ser la Capital del país, y había dos alternativas: la ciudad de Querétaro o la ciudad de México.

El diputado nuevoleonés fray Servando Teresa de Mier, así como la Legislatura de Querétaro y otros actores políticos se pronunciaron en favor de la Ciudad de México, pues Querétaro no tenía la infraestructura necesaria para ser sede de los tres poderes de la Unión. Claro que en su declaratoria tan decidida, influyó que la legislatura queretana no quería perder la recién conseguida soberanía estatal, y siendo la Capital del país, todo sería federal. Recientemente, en 2016, desapareció el Distrito Federal para denominarse Ciudad de México, precioso nombre que nunca debió cambiarse.