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En Brasil defensa de Dilma aboga por Temer el enemigo que ayudo a destituirla

La defensa de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff demandó este miércoles la anulación de un proceso retomado en la justicia electoral y que podrí­a desalojar del poder al mandatario Michel Temer, su antiguo vicepresidente y ahora mayor antagonista.

"La acusación se basa en falsos testimonios y pruebas inválidas", declaró Flavio Caetano, abogado de Rousseff, en la primera audiencia de un juicio que determinará si la campaña que la exmandataria y Temer compartieron en 2014 se financió con dinero de la corrupción.

Como ha hecho desde la apertura del proceso, Caetano descalificó las acusaciones y demandó la "nulidad" del juicio, una tesis que en caso de ser aceptada salvarí­a a Temer de la pérdida del mandato que heredó tras la destitución de Rousseff el año pasado.

"Esta acción debe ser declarada improcedente y mantener la plena validez de los 54 millones de votos conquistados en las urnas", dijo el abogado.

Rousseff y Temer, irreconciliables desde la destitución de la expresidenta -de forma provisional el pasado mayo y definitiva en agosto-, se defienden por separado en este caso, pero sus abogados coinciden en que el proceso debe ser anulado.

Sin embargo, el abogado de Temer, Gustavo Guedes, insistió este miércoles al presentar sus alegados que, si bien no hubo irregularidades en la recaudación de campaña hecha por su cliente, sí­ las hubo en el caso de Rousseff y sugirió que ella sea condenada a perder los derechos polí­ticos por ocho años.

Además, exigió que las cuentas de campaña de uno y otro sean juzgadas por separado, ya que así­ se realizó la recaudación y bajo la convicción de que, en el caso de Temer, "todo fue hecho dentro de la más estricta legalidad".

Los abogados de la parte acusadora, por su parte, afirmaron que la campaña de Rousseff y Temer constituyó "un innegable abuso de poder económico y polí­tico".

"Hubo claras ilegalidades en la financiación", pero también "hubo fraudes hasta en la divulgación de datos falsos, según los cuales 40 millones de brasileños habí­an salido de la pobreza y era mentira", dijo el abogado Flavio Henrique Costa.

El Tribunal Superior Electoral juzga en este caso unas denuncias de abuso económico y polí­tico de la fórmula integrada por Rousseff y Temer, que entre otras cosas habrí­a recibido millones de reales de la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.

Muchas de las empresas involucradas en ese escándalo, como los grupos Odebrecht o Andrade Gutierres, han confesado que aportaron a esa campaña millonarias sumas que no fueron debidamente declaradas y correspondí­an a sobornos acordados a cambio de la adjudicación de contratos con la petrolera.

El juicio habí­a comenzado el pasado abril pero fue suspendido para escuchar a nuevos testigos y ha sido retomado en medio de una graví­sima crisis que se cierne sobre Temer, también investigado en la Corte Suprema por los supuestos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilí­cita.