01/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 21 de 1997: muere a los 97 años en Ciudad de México el líder mayor de la CTM, don Fidel Velázquez Sánchez. Nació en San Pedro Azcapotzaltongo -hoy Villa Nicolás Romero- en el Estado de México, el 24 de abril del año 1900, en el hogar formado por Gregorio Velázquez y Herlinda Sánchez. Al cumplir 24 años de edad fundó la Unión Sindical de Trabajadores de la Industria Lechera, inscribiéndola en la Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM, cuyo líder era Luis N. Morones, con quien tuvo diferencias. Fidel Velázquez abandonó las filas del moronismo cuando asesinaron a Obregón, para construir junto con los otros “cuatro lobitos” -Amilpa, Yurén, Quintero y Araiza- (eran cinco con él) la Federación Sindical de Trabajadores del Distrito Federal, y desde esa plataforma brindaban apoyo político al PNR. Cuando se fundó en tiempos de Lázaro Cárdenas la Confederación de Trabajadores de México, CTM, su liderazgo y representatividad le valió para inaugurarse como flamante secretario de organización y propaganda, para de ahí, proyectarse al liderazgo absoluto de la CTM en el año de 1940, cuando salió de la secretaría general el ideólogo del movimiento obrero Vicente Lombardo. En su indiscutible liderazgo que se prolongó por casi sesenta años hasta que murió, Don Fidel Velázquez hizo crecer al cetemio sumando a los grandes sindicatos obreros como los cañeros, los azufreros, los electricistas, maestros, petroleros, ferrocarrileros, transportistas, y en fin, la CTM se convirtió en todo un trabuco en los aspectos sindicales así como en una fuente inagotable de posiciones políticas para sus representados convirtiéndose en el mejor aliado del PRI y del gobierno federal. Su figura con un puro y lentes oscuros fue la favorita de caricaturistas y moneros por décadas, hasta que murió antes de las elecciones de 1997, en las que el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. Entre los priístas cundió el desánimo cuando en pleno año político murió Fidel Velázquez, el líder político que muchos criticaban, pocos atacaban, pero todos respetaban.