Diciembre 18 de 1923: Nace en Monterrey Eugenio Garza Lagüera, quien sería un destacado empresario, promotor de la educación y filántropo. Hijo mayor del ingeniero Eugenio Garza Sada y de Doña Consuelo Lagüera Zambrano, fue heredero del recio carácter empresarial que viene de sus ancestros Isaac Garza Garza, fundador de Cervecería Cuauhtémoc, y su padre, el mayor capitán de industrias que ha tenido Monterrey. Estudió sus primeras letras en el tradicional Colegio Franco Mexicano y terminó de ingeniero químico por la Universidad de Texas, y administrador de empresas por el Instituto Tecnológico de Monterrey, su Alma Mater que posteriormente dirigiría. A los 34 años de edad casó con Doña Eva Gonda Rivera. Su carrera profesional la desarrolló en las industrias familiares, en las que inició desde abajo, de acuerdo a la tradición de la familia Garza Sada, pues nadie debe manejar una empresa que no conozca y para ello es necesario haber laborado desde el primer escalón. Hubiera sido ilógico que una persona con semejante ADN no destacara en el grupo empresarial VISA, y muy pronto su nombre trascendía en los círculos económicos de Nuevo León. Inició como consejero en 1969 y, posteriormente, en 1982, presidente de este importante consorcio que lideraba a nivel nacional en varios rubros industriales. En ese tiempo el Grupo VISA fue maltratado, como casi todas las empresas mexicanas, por la crisis petrolera que hizo trastabillar al gobierno de López Portillo durante su último año. Presidió el Consejo de administración de Enseñanza y Educación Superior que auspicia al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, el TEC de Monterrey, al que catapultó a nivel nacional, construyendo campus en muchas entidades federativas. Su fino trato personal y su gran sensibilidad social le llevaron a la filantropía, apoyando cualquier cantidad de proyectos encaminados a mejorar la salud de los nuevoleoneses, así como su mejoría en la calidad de vida. A la edad de 84 años, Don Eugenio Garza Lagüera rindió tributo a la madre tierra, y lleva su nombre una importante avenida de San Pedro, Garza García. Su viuda, la señora Eva Gonda, es considerada como una de las personas más adineradas del país.