En diciembre de 2001 visité con mi familia a la república de Argentina. Coincidió con una época de locura pues el gobierno tuvo que implementar el llamado “Corralito” que impedía sacar dinero de las cuentas bancarias para frenar la enorme fuga de capitales. El presidente De la Rúa enfrentó manifestaciones populares en la Plaza de Mayo, que le obligaron a renunciar en diciembre 20 de 2001. La aplicación de la Ley de Acefalia llevó a que en dos semanas hubiera ¡cinco presidentes! Que renunciaban nomás eran nombrados. El día 2 de enero de 2002, el Parlamento argentino designó al nuevo presidente Eduardo Duhalde quien entregó la presidencia en mayo de 2003 a Néstor Kirchner. En ese viaje vimos situaciones que no corresponden a la gran nación de Argentina ni se le desean a ningún otro país.
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