Algunas veces despierto de mal humor; sin sonreír en todo el día, y obtengo los peores resultados en mis actividades.
En cambio, cuando empiezo el día sonriendo y así continúo, siempre me va bien.
Sonreír es bueno para un ambiente pacífico, para aliviar el cansancio, para renovar las fuerzas y menguar la tristeza.
Se recomienda que si vas a hacer un favor, hazlo sonriendo y así su efecto se duplicará.
La sonrisa expresa cosas que no siempre puedes decirlas; por ello en todas las culturas, es una señal de amistad.
Además, sonreír no cuesta nada, y sí produce mucho; hazlo como negocio.
Porque nadie es más pobre si regala una sonrisa, pero quien la recibe sí es más rico.
La sonrisa es indispensable para los ricos, y todos los pobres la merecen.
Aunque dure sólo un instante, una sonrisa puede quedarse grabada para siempre;
comienza con un valor cuando inicia, y adquiere otro mayor cuando termina.
Quien está listo para ser feliz, debe sonreír.
Si eres de los que creen que la sonrisa no aporta nada, sé generoso y da la tuya, sobre todo a los malhumorados porque ellos son los que tienen harta necesidad de sonreír, aunque sea en el rostro de un amigo.