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México ejerce presión sobre tráfico de armas

CIUDAD DE MEXICO - El gobierno de México decidió ejercer la máxima presión en la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde encabeza durante el mes de noviembre el Consejo de Seguridad, para frenar el tráfico de armas a nivel internacional. El organismo especializado de la ONU debe "hacer más" para enfrentar el tráfico de armas a escala global, urgió el canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón, al iniciar hoy una sesión para analizar el tráfico de armas ligeras. "Esperamos oír propuestas de las delegaciones respecto a qué puede hacer el Consejo de Seguridad en el marco de su mandato para abordar esta situación. Está claro que tiene que hacer más para abordar este asunto", afirmó.

México, miembro no permanente del consejo entre 2021 y 2022, presentó el tema del tráfico de armas como el principal de la agencia a discutir en este período. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador argumenta que el trasiego ilegal de armas a México, la mayoría procedentes de Estados Unidos, "contribuye en gran medida" a la ola de violencia que sacude a México desde diciembre de 2016, que arroja hasta ahora al menos 335.000 muertos. El debate luego que México presentara una demanda civil ante un tribunal de Estados Unidos en agosto pasado contra 11 empresas estadunidenses productoras y distribuidoras de armas a fin de que asuman su responsabilidad por la violencia que se vive en México. Más de 50 delegaciones se inscribieron para participar en el debate de hoy sobre el tema de las armas. En declaraciones previas a la sesión, el canciller hizo ver que mientars siga el tráfico ilegal de armas de fuego resulta más difícil controlar conflictos y reducir la violencia en el mundo".

Por ejemplo, señaló que en Latinoamérica las armas pequeñas y ligeras se usan en 70% de los homicidios, incluidos femicidios, y la violencia en México está ligada a este problema y no necesariamente a la migración, como sostienen algunos defensores de las armas. Al iniciar su participación en la sesión del Consejo de Seguridad, Ebrard reiteró su llamado a los fabricantes de armas en Estados Unido a reparar en "el daño que han hecho a los pueblos y a ciudadanos en México con la venta de estos artefactos a grupos del crimen organizado".

El ministro subrayó su llamado a los países miembros permanentes y no permanentes, a "fortalecer la cooperación y la acción conjunta para prevenir y contrarrestar las prácticas ilegales en el mercado de armas pequeñas y ligeras". "El tráfico de armas pequeñas y ligeras es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales que afecta gravemente y en múltiples dimensiones a la sociedad civil", afirmó. Según el jefe de la diplomacia mexicana, pese al interés de la comunidad internacional, "los esfuerzos" de la comunidad internacional en materia de control de este tipo de artefactos bélicos "son aún insuficientes", por lo que apremió a que los gobiernos y el sector privado a trabajar "de manera conjunta" en este esfuerzo. En cuanto a la empresa privada, estimó que "se deberían establecer medidas de autorregulación al comercializar armas de fuego". "Si no hubiera una disponibilidad casi ilimitada de armas la mayoría de los conflictos armados bajo la agenda del Consejo tendrían más oportunidades de soluciones pacíficas", expuso.

Para Ebrard, los países cuyas industrias producen una mayor cantidad de armas de fuego ligeras "deben reforzar su regulación para combatir el tráfico ilegal y que éstas no lleguen a grupos del crimen organizado". En su primera intervención en el debate, expuso que el tráfico de armas "es un fenómeno global que afecta gravemente a la población civil, propicia la violencia" y "genera desplazamientos de personas que desean escapara de contextos de seguridad".