Para el 14 de marzo, aunque todavía quedaban varios estados sin electricidad, en gran medida el servicio eléctrico de Venezuela se estaba restaurando, aunque la situación en el país sigue siendo caótica y peligrosa. Todavía suceden apagones intermitentes en todo el país; algunos lugares llevan sin este servicio ya más de 150 horas y esto continúa; hubo una nueva explosión en la planta de almacenamiento de combustible Petro San Félix (de la estatal PDVSA) en el estado Anzoátegui, en la zona de la Faja del Orinoco, lo cual el gobierno caracterizó como sabotaje también. Asimismo, la población sufre terriblemente de la falta de agua potable en el país, cosa que amenaza con aumentar de manera exponencial los enormes problemas de salud ya existentes.

A principios de esta semana el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que iba a pedir ayuda técnica a China, Rusia, Cuba, Irán y a las Naciones Unidos para investigar los problemas ocurridos a la represa de El Guri, que el calificó de sabotaje.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió a esto el 12 de marzo diciendo que Pekín está preparado para ayudar a Venezuela a restaurar su sistema de electricidad. Este ofrecimiento de China es enormemente significativo, y podría ser un gancho al hígado de toda la operación de cambio de régimen que se está llevando a cabo en contra de Venezuela. Hasta ahora, el gobierno de Venezuela no ha dado una respuesta oficial a este ofrecimiento de China.