01/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Julio 17 de 1928: muere asesinado el presidente electo de México, Álvaro Obregón Salido, nacido en Navojoa, Sonora en 1880. Álvaro quedó huérfano cuando tenía un año de vida y creció dedicándose a la agricultura. A los 23 años se cambió a vivir a Huatabampo y después de un periplo por Sinaloa en donde laboró en un ingenio de Navolato, regresó a casarse con María del Refugio Urrea, quien falleció un año después de darle dos hijos, cuando alumbraba a dos hijos gemelos más que también murieron en el parto. Como no soportaba la soledad con sus hijos pequeños, casó de nuevo, ahora con una bella mujer llamada María Tapia, quien le dio otros siete hijos más. El país sufría la dictadura porfirista que impedía a los pobres escalar socialmente, así que se inscribió en la revolución maderista en contra de Porfirio Díaz. Tuvo su primer acercamiento a la vida pública cuando su hermano José fue alcalde interino de Huatabampo a mediados de 1911, y le colocó en un puesto administrativo donde se desenvolvió tan bien, que fue electo alcalde el año de 1912. Siendo alcalde, fue convocado a pelear contra Pascual Orozco en Chihuahua, y mostró un talento inédito para la estrategia militar que le valió para ser nombrado teniente coronel. Luego de la decena trágica en 1913, Huerta tomó el poder y Obregón reconoció a Venustiano Carranza como jefe de la revolución. Obregón fue la cabeza militar que derrotó a los federales en el norte del país, por lo que fue nombrado jefe del cuerpo del ejército del noroeste, ya como general. Invadió Sinaloa, tomó Culiacán en noviembre de 1913 y de ahí sitió Mazatlán y avanzó a Jalisco. Tomó Guadalajara tras dos espectaculares triunfos contra el ejército huertista en Orendáin y El Castillo. Al declinar Huerta, Obregón entró a Ciudad de México, y Carranza ocupó la presidencia de la República. Pero Zapata y Villa nunca aceptaron a Obregón como aliado; intentó negociar con Villa, y al acercársele, éste lo apresa, estando muy cerca de fusilarlo. Tras la convención de Aguascalientes, Obregón siguió con Carranza como su jefe de operaciones. Derrotó a Zapata y fue tras Pancho Villa, a quien venció en cuatro ocasiones en 1915. En una de ellas, en Celaya, perdió su brazo al estallar una granada cerca de donde estaba, y cerca de él estaba el neoleonés Aarón Sáenz. Ya recuperado, consiguió tranquilizar el norte del país reduciendo a Villa a sólo acciones guerrilleras, y Carranza lo nombró secretario de guerra y marina. Tras la promulgación de la constitución de 1917, Obregón sintió que su labor había terminado y se regresó a trabajar a Sonora como agricultor, aunque siempre atento a lo que sucede en el país.

Cuando llegaron los tiempos electorales en 1920, el presidente Carranza pretendió que el candidato de la revolución fuera el ingeniero Bonilla, un hombre bueno pero que nada había hecho en el movimiento revolucionario. El 1 de junio de 1919 Obregón publicó en un manifiesto: "Muchos de los hombres de más alto relieve dentro del orden militar y del orden civil han desvirtuado completamente las tendencias del movimiento revolucionario, dedicando todas sus actividades a improvisar fortunas, alquilando plumas que los absuelvan falsamente en nombre de la opinión pública". Y entre esos hombres estaba Venustiano Carranza, contra quien se rebeló por el Plan de Agua Prieta, el 23 de abril de 1920. Carranza fue asesinado en Tlaxcaltongo y Obregón ganó la presidencia para el periodo 1920 – 1924, apoyándose en Calles transformó el país creando instituciones para sacar adelante la nación destrozada por los efectos nocivos de la revolución, pues aunque se consiguió el triunfo, había mucho por hacer en pro de las clases campesina y media, que se desarrollaba en las grandes ciudades mexicanas. Terminó su periodo y se retira a Sonora dejando en el poder a Plutarco Elías Calles, quien endureció su política anti clerical y empujó una reforma constitucional para que existiera la reelección. Obregón volvió a ser candidato y el 1 de julio de 1928 ganó la presidencia por segunda ocasión. Sin embargo, siendo presidente electo, en un banquete con diputados en el restaurante La Bombilla en San Ángel, de la ciudad de México, el 17 de julio de 1928 un fanático llamado León Toral lo asesinó con un arma oculta en sus ropas de pintor que se supone dibujaba un aspecto de la reunión.