Enero 28 de 1867: el general nuevoleonés Mariano Escobedo es nombrado por el presidente Juárez, jefe del Ejército del Norte, en el momento más importante de la Guerra de Intervención francesa. Esto significaba que Escobedo era el mando superior de las fuerzas militares de Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes, Guanajuato, y Zacatecas. Este Ejército del Norte tuvo una destacada participación durante la guerra de intervención francesa, y con el mando de Escobedo, sus triunfos militares se sublimaban. A este cuerpo castrense pertenecían los generales lampacenses Jerónimo Treviño, Francisco Naranjo, el galeanense Pedro Martínez, el guanajuatense Sóstenes Rocha, el veracruzano José Montesinos, el zacatecano Manuel F. Loera, y muchos otros hombres valientes y valiosos que llevaron al triunfo a México en contra del ejército imperialista de Maximiliano de Habsburgo. La mano firme de Escobedo potenció la fuerza del Ejército del Norte, y aseguró que en Querétaro no se rompiera el cerco que confinaba a Maximiliano en esa Ciudad, sin poder escapar, y terminó mordiendo el polvo mexicano, al ser fusilado por instrucciones de Don Benito Juárez.