07/May/2024
Editoriales

La comercialización requiere imaginación

Mi buen amigo jalisciense José Luis Brénez me regaló varias botellas de un delicioso tequila, que no es elaborado en Tequila, sino en Los Altos de Jalisco. Por mi supina ignorancia yo pensaba que el ‘tequila registrado’ se elaboraba sólo en el municipio de Tequila, pero ya me corrigió José Luis, y ahora sé que la Denominación de Origen Tequila (DOT), no sólo abarca los 125 municipios jaliscienses, sino también algunos de los estados de Nayarit, Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán.  

Así como se necesitan varios datos para reconocer a un individuo -nombre completo, características físicas, nacionalidad, estado civil y otros- que deben estar registrados en alguna dependencia, para comercializar productos se requieren registros oficiales. 

El tequila es la bebida mexicana más conocida en el mundo. Existen muchas marcas que circulan en el extranjero, pero son ‘orejanas’, como llaman los ganaderos a las reses sin marcas en el cuerpo. Por el registro de la marca, muchísimos negocios han quebrado tras perder sendos juicios de demandas por el uso del nombre comercial. Quien encuentra la forma de comercializar sus productos en la dosis adecuada y sin problemas de registro, tiene asegurado el 50% del éxito económico. 

Hay el antecedente del empresario norteamericano, James L. Kraft, que encontró la forma de que sus productos compitieran con el monstruo internacional de la alimentación llamado Nestlé, haciendo sinergia con otros productos. Me explicaré:  

Kraft, vendía en Chicago queso al mayoreo, con su empresita, hasta que se le ocurrió partir el queso en pequeñas raciones y pronto se puso de moda, vendiendo cualquier cantidad de bolsas de su nuevo producto. Creció y compró la marca Terry’s, y otras más como la Cadbury, llegando a ser la competencia real de Nestlé. Ahora el queso y la mayonesa Kraft son de la “misma cuadra” de Phliladelfia, Santé, Saimaza, Tranchettes, Santé, El Caserío, Tang, Fontaneda, Saimaza, Toblerone, Artiach, Apis, Milka y otras, sin traer en la etiqueta sus denominaciones de origen D. O. que limitaba su comercialización.

Kraft creció en base a dos ideas: la dosificación de un producto (cuadritos de queso), que abrió un mercado nuevo, y su asociación con otras marcas que no requirieron sus denominaciones de origen. 

La industria tequilera en México ya no es totalmente nacional, pues grandes capitales extranjeros han invertido en ella. Sin embargo, como la DOT aplica en varias entidades federativas, abre posibilidades de que se forme un nuevo mercado con nuevas dosis de tequila y combinaciones con algunos otros productos, tal como hizo la Cerveza Corona que se metió al mercado norteamericano con un gajo de limón adjunto.