26/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 10 de 1971: sucede en la ciudad de México la matanza de jóvenes conocida como Matanza del Jueves de Corpus. El nombre obedece a que la fecha coincide con la festividad religiosa de Corpus Christi, y su importancia para los nuevoleoneses viene porque se trata de una manifestación juvenil en apoyo a los estudiantes de la Universidad de Nuevo León que, buscando su autonomía, enfrentaban al gobernador Eduardo A. Elizondo; y porque quien estaba al frente del gobierno del Distrito Federal era Alfonso Martínez Domínguez, que años después sería gobernador de Nuevo León.

La marcha estudiantil empezó en el casco de Santo Tomás rumbo al zócalo capitalino, pero es bloqueada en la avenida Los Maestros, y cuando algunos manifestantes acusan signos de violencia, la policía los reprime y en ese momento llega un grupo paramilitar conocido como “Los Halcones” que dirigía el coronel Díaz Escobar, coordinado por la secretaría de gobernación, atacando con brutalidad a los estudiantes, matando a una cantidad indeterminada de ellos. Martínez Domínguez estaba físicamente ese día en Los Pinos, con el presidente Echeverría, quien lo tuvo en reuniones entretenido hasta que en los noticieros se da cuenta de la tragedia y AMD declaró la inexistencia del grupo Los Halcones, lo que fue motivo para denostarlo pues diversos medios sacan gráficas demostrando que se trataba de un grupo paramilitar organizado. Ahí estaba la oportunidad para Echeverría de deshacerse de Martínez Domínguez, pues su nombre y figura tenía ya niveles de popularidad tales que le hacían sombra política.

El celo de un político puede llegar a tener tintes peligrosos, y ese fue el caso, pues Echeverría se solazó pidiéndole su renuncia y culpándolo de la masacre. Con esa mancha se va a la oscuridad de la banca (al ostracismo, decía AMD a sus seguidores) hasta que llegó a gobernar el presidente José López Portillo quien lo rescató y su apoyo fue determinante para hacerlo gobernador de Nuevo León. El 29 de noviembre de 2006, Luis Echeverría es declarado responsable del delito de genocidio, y en 2009 es exonerado por falta de pruebas en su contra, lo cual no es lo mismo que haberlo declarado inocente.  Martínez Domínguez fue uno de los más grandes gobernadores que ha tenido Nuevo León.