02/May/2024
Editoriales

Somos ricos

‘Nuestro amor es inmarcesible, etéreo e inefable’ significa que nunca se marchitará, está fuera de este mundo, y que faltan palabras para describirlo. Este soberbio lenguaje es de nosotros, los afortunados hispanohablantes, a quienes nadie nos cobra un centavo por utilizarlo, es decir, traemos desde siempre en nuestra elocuencia una enorme riqueza innata. 

Con nuestro español podemos describir el amor, el dolor y la rabia como nadie que hable en otro idioma.   

Es tan fino y valioso que vale entretenernos con algunas chispas culturales sin más ayuda que la de ‘Don Español’. 

Por ejemplos, el vocablo ‘cinco’ consta de cinco letras, único número que tiene esa concomitancia o coincidencia, mientras que el número ‘mil’ es el único que no tiene una sola ‘e’ ni una sola ‘o’.

El término ‘arte’ utilizado en singular es masculino, pero si queremos utilizarlo en plural es femenino: ‘el arte de mi hermano supera a todas las artes que conozco’.

Cuando nos referimos a los elementos ‘centrifugados’ no reparamos en que no estamos repitiendo ninguna letra, pues todas son diversas o desemejantes.

Como tampoco nos damos cuenta de que en ‘aristocráticos’ cada letra que conforma esta palabra se repite una vez.

Al coleccionar palíndromos, que son frases o palabras que se leen igual de derecha a izquierda me topé con ‘reconocer’, uno de los más breves que hay. 

A la expresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, le impusieron una pena de seis años de cárcel por haberle dado contratos millonarios a un socio suyo, ignorando la prohibición legal. Este es el mejor ejemplo de que la palabra ‘argentino’ tiene las mismas letras que ‘ignorante’. 

Por cierto, acabo de saber que hace poco tiempo el presidente de Ecuador estuvo a punto de ser destituido por el Poder Legislativo, como quien dice, lo iban a enviar a volar. 

No se sabe si en esto influyó el hecho que los términos ‘ecuatorianos’ y ‘aeronáuticos’ están construidas por las mismas letras, sólo que en diferente orden o acomodo. 

Y así ad infinitum nuestro amado español tiene cualquier cantidad de esmeros lingüísticos.