Internacional

Biden asume mayor compromiso contra calentamiento global al acoger cumbre sobre clima

WASHINGTON  — El presidente Joe Biden inauguró el jueves una cumbre climática global dirigida a que los líderes mundiales profundicen los recortes de emisiones, con la declaración de que Estados Unidos y otras grandes economías “tenemos que conseguirlo”. Estados Unidos prometió reducir a la mitad la cantidad de vapores de carbón y petróleo que emite.

“Reunirnos en este momento es para algo más que preservar el planeta”, dijo Biden desde un estudio de tipo televisivo a una cumbre virtual con 40 líderes mundiales. “Se trata de proveer un futuro mejor para todos”, dijo, y lo llamo “un momento de peligro, pero también de oportunidad”.

“Los indicios son inconfundibles. La ciencia es innegable. El costo de la inacción sigue acumulándose”, dijo.

El gobierno de Biden está trazando una visión de país próspero, con energía limpia, en que las fábricas producen baterías modernas para la exportación, los trabajadores dependen de una red eléctrica nacional eficiente y equipos sellan plataformas petrolíferas y gasíferas y minas de carbón abandonadas.

Su compromiso de reducir las emisiones estadounidenses por hasta 52% para el 20230 marca el regreso del país a los esfuerzos climáticos mundiales luego de cuatro años de retirada bajo el presidente Donald Trump. Japón, un importante consumidor de carbón, anunció su propio objetivo de reducción de 46% el jueves antes de la apertura de la cumbre.

La promesa de Biden requeriría el mayor esfuerzo climático realizado por Estados Unidos, elevando a casi el doble las reducciones a las que se había comprometido el gobierno de Barack Obama en el histórico acuerdo climático de París de 2015.

Los científicos dicen que los cambios climáticos causados por plantas de carbón, motores de automóviles y el consumo de combustibles fósiles en general agravan ya las sequías, las inundaciones, los huracanes, incendios forestales y otros desastres y que se acaba el tiempo para evitar extremos más catastróficos de calentamiento global.

Pero funcionarios del gobierno, al hablar del nuevo objetivo, revelaron aspiraciones y viñetas en lugar de planes concretos, líneas de presupuesto o propuestas legislativas para conseguirlo.

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris inauguraron la cumbre del Día de la Tierra, Biden desde la Casa Blanca ante líderes mundiales, incluyendo los de China, Rusia, India, los estados del Golfo Pérsico, aliados europeos y asiáticos y naciones costeras e islas que lidian ya con los efectos de los cambios climáticos.

Brasil se compromete

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cercano a Trump, fijó sin embargo el objetivo de “neutralidad de carbono” del gigante sudamericano para 2050, lo cual supondrá absorber tanto como emitir. También se comprometió a “eliminar la deforestación ilegal en Brasil para 2030”.

La Unión Europea anunció esta semana que reducirá sus emisiones de “al menos el 55%” para 2030 con relación a 1990, después de que el Reino Unido prometiera bajar las suyas un 78% para 2035 respecto a los niveles de 1990.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que acogerá en noviembre una conferencia de la ONU en Glasgow con miras a mejorar el Acuerdo de París, elogió el jueves el compromiso de Biden como un “cambio de reglas de juego”.

Bajo el pacto de París, el expresidente Barack Obama dijo que Estados Unidos reduciría las emisiones entre un 26 y un 28% para 2025, un objetivo que Biden, entonces su vicepresidente, ahora ha casi duplicado.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aprovechó la cumbre para decirle a Biden que el fenómeno migratorio “no se resuelve con medidas coercitivas sino con justicia y bienestar”.

Estados Unidos ha registrado una creciente afluencia de indocumentados a la frontera sur estadounidense, la mayoría centroamericanos huyendo de la pobreza y desastres naturales.

Biden dijo que Washington prevé duplicar para 2024 su ayuda oficial a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático, en comparación con los niveles registrados diez años antes.

Presión sobre China

El compromiso de Biden aumenta la presión sobre China, segunda economía mundial y el mayor emisor de carbono, muy por delante de Estados Unidos.

Dejando a un lado sus desacuerdos en comercio, derechos humanos y otros temas, Pekín y Washington se comprometieron el sábado a “cooperar” sobre el clima, tras una visita a Shanghái del emisario estadounidense John Kerry, quien consideró “suicida” cualquier falta de colaboración.

El presidente chino, Xi Jinping, reiteró el jueves su promesa del año pasado de alcanzar la neutralidad de carbono para 2060.

China “seguirá un camino verde y bajo en carbono hacia el desarrollo” durante las próximas décadas y “espera trabajar con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos”, dijo.

Xi prometió que China frenará el uso de carbón, la forma de energía más contaminante, aunque se trata de un tema políticamente sensible debido a los trabajos que da la minería.

India, el tercer mayor emisor de CO2 aunque mucho más bajo que los países occidentales en términos per cápita, tampoco se propuso nuevas metas, pero prometió una nueva “asociación” con Biden para impulsar la inversión verde.

En una breve falla técnica en la cumbre, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, cortó un video pregrabado del presidente francés, Emmanuel Macron, para escuchar al presidente ruso, Vladimir Putin, quien parecía estar impaciente por hablar.

Putin, que ha tenido hasta ahora una relación especialmente tensa con Biden, dijo que Rusia estaba cumpliendo con sus obligaciones de luchar contra el cambio climático.

Luego, el discurso de Macron se repitió en su totalidad.

Más que promesas –

“Estoy encantada de ver que Estados Unidos ha vuelto”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel.

Estados Unidos regresó al Acuerdo de París con Biden, después de que Trump se retirara por considerarlo injusto. La salida de Trump no alejó tanto el cumplimiento de la meta de Obama gracias al compromiso de los estados, especialmente California, y a una fuerte caída en la producción industrial durante la pandemia de covid-19.

Pero los expertos señalan que el mundo necesita hacer más para evitar una catástrofe: un estudio de la ONU a fines del año pasado concluyó que el planeta se encamina a un calentamiento de +3ºC.

Para Biden, el cambio climático es “una amenaza existencial”, pero también “una oportunidad”. El mandatario busca que el Congreso le apruebe un paquete de infraestructura de 2 billones de dólares que incluye una transición importante hacia una economía verde, y que permitirá crear millones de empleos.

Resta verse si Biden logrará garantizar el compromiso de Washington dada la reticencia del Partido Republicano de Trump a acciones climáticas.

Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, dijo que “se requiere una gran voluntad política y acción” para tomar medidas inmediatas, no solo hacer promesas a largo plazo.

“Los países más ricos del mundo deben hacer algo más que reducir a la mitad sus emisiones para 2030, tras haberse beneficiado de las industrias extractivas y contaminantes que llevaron a la crisis climática”, opinó.