Ayer Enrique peña nieto dijo en televisión entre otras cosas lo siguiente dirigiéndose a Trump: “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”.
Su gobierno, estableció, sólo actuará en defensa del mejor interés de los mexicanos.
“No tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo”, completó, al citar “las palabras de un gran presidente de los Estados Unidos de América (JFK)”.
El mensaje provocó una reacción general de apoyo empezando por los candidatos presidenciales como Ricardo Anaya y José Antonio Meade y las organizaciones empresariales como el Consejo Coordinador Empresarial (CEE), la Concamin y diferentes columnistas y analistas. La mayoría de ellos pidieron “cerrar filas” y rechazaron los “comentarios ofensivos” de Trump o llamaron al “respeto mutuo” y a “negociaciones respetuosas” y poniendo por encima la “soberanía nacional” etc. López Doriga de Televisa señaló que el mensaje era “riesgoso” y que “muchos temen a la reacción” pero que es mejor vivir así con dignidad que ser insultado. Carlos Puig dijo que EPN tendrá que “pasar a los hechos” aunque sean “inútiles” ya que para Trump México solo es “un saco de boxeo” que usa con fines electorales. Otros analistas critican la actitud tibia de Videgaray quien manejó un actitud diferente a la de Peña Nieto “justificando” el envió de tropas a la frontera diciendo que estas no “estarán armadas” etc. Hoy, en efecto, Videgaray declaró temprano en la mañana que el mensaje de Peña Nieto buscaba hacer que Trump “reflexione” sobre su mensaje y sus constantes ataques a México. En general fue AMLO el que dio su apoyo más abierto a Peña Nieto y dio una explicación histórica sobre el tema.