Entre los personajes trascendentes que pasaron por mi vida, es importante evocar la figura del Lic. Abelardo A. Leal Jr (1922-1994), su trabajo en el periodismo es recordado en “El Norte” por muchos años y Milenio en el último recodo de su camino existencial. Su columna “Buscapiés”, un epigrama diario, la firmaba con el seudónimo de Abelardo.
Me tocó la fortuna conocerlo siendo yo aún muy joven, pero eso no fue obstáculo para que naciera una amistad que se mantuvo hasta su muerte. Lo recuerdo en las noches después de cerrar la edición, reunirnos en El Paso Autel, lugar que permanecía abierto las 24 horas y después irnos a la Plaza de Toros Monterrey, ya de madrugada, a llevarle una orden de cabrito al torero David Maldonado que mantenía una “huelga de hambre” para que César Garza, que era el empresario, le diera una oportunidad y el Maestro Abelardo mantenía una campaña publicitaria a su favor.
Ya profesionista y funcionario universitario, un Rector me llevó a “presentármelo” al Periódico . Avisado el Maestro, fingimos tanto él como yo, que no nos conocíamos , creo que hicimos esto de común acuerdo por así convenir a ambos.
Entre los múltiples trabajos periodísticos que realizó, sobresale un libro poco conocido por los lectores “Yo quiero ser Presidente”, novela Programática humorística, en dos tiempos reglamentarios, medio tiempo y “apéndice cortado”.
La novela programática “Yo quiero ser Presidente”, está ilustrada por el Arq. Joaquín A. Mora ex Rector de la Universidad de Nuevo León (1958-1961) y primer Director de la Facultad de Arquitectura de Nuestra Máxima Casa de Estudios. (Señor Arquitecto Mora/ sincero y querido amigo/que ha realizado conmigo/ milagro de veladora.) Libro que puso en mis manos el autor , ya que trata de fútbol , fue editada en 1964 y sus 480 páginas son realizadas en verso en su totalidad.
En apretado resumen, la novela trata de un hincha, (aficionado al fútbol), que cansado de los resultados de su equipo, busca las oficinas del club, para opinar como todo aficionado como deben hacer para que el equipo marche bien y al ver en una calle las siglas F.U.T. , cree que son las oficinas donde se toman las decisiones de su equipo, resultando ser el Frente Unido de Trabajadores.
Comienzan una serie de similitudes y confusiones, todas en verso, que hacen al aficionado al fútbol una divertida lectura por las coincidencias que se dan al entrar el aficionado al salón donde se tratan asuntos como “ hay que reforzar los cuadros”, ”hay que reforzar las líneas” y “necesitamos equipo”, frases que coincidían con la problemática del aficionado.
“Brindo taurino la muerte;
No puedo brindar la vida,
De esta mi obra aborrecida
Que ya me hace ver mi suerte.
Brindo a Don Rodolfo Junco,
Que también es De la Vega,
Por tantos años de brega
Tras un ideal jamás trunco.
Para los amantes del fútbol, resulta aleccionador ya que dedica el último capítulo , “Mar de Piernas” a nombrar a todos los jugadores mexicanos y extranjeros en activo y retirados de esa esa época, todos en verso.
Ojalá y pronto sea reeditado dicho libro que resulta divertido y además adornado con los dibujos del Arq, Joaquín A. Mora.
