Agosto 8 de 1664: muere en Monterrey, a los 67 años de edad, el gobernador Martín de Zavala. Nace en Real de Pánuco, pueblo minero zacatecano, siendo hijo natural del general Agustín de Zavala y Ana de Sepúlveda.
Su padre lo envía a España para educarse, estudiando en la famosa Universidad de Salamanca, y probablemente estudia también en Flandes y en Italia pues dominaba las lenguas flamenca e italiana. Es posible que las influencias de su padre le hayan abierto las puertas de la corte del rey Felipe IV, aspecto que Martín aprovecha para renovar la capitulación de Luis de Carvajal.
El 25 de mayo 25 de 1625, Martín de Zavala es nombrado gobernador, capitán general y alguacil del Nuevo Reino de León obligándose entre otras cosas, a fundar dos villas. A principios del siglo XVII, el Nuevo Reino de León estaba en proceso de reordenación y desarrollo, pues Diego Rodríguez -justicia mayor del Reino del gobernador Agustín Zavala-, mudaba a Monterrey de la rivera norte a la sur de los Ojos de Agua de Santa Lucía.
Y es el 2 de agosto de 1626 cuando llega la noticia del nombramiento de Martín de Zavala, quien se presenta tres semanas después con la Real Cédula otorgada por su Majestad. El Nuevo Reino de León estaba semi despoblado y las doctrinas religiosa y civil, a cargo de los franciscanos.
Monterrey era una ciudad de casas de palizadas embarradas de lodo, en donde había luchas diariamente con los naturales salvajes. Como Martín de Zavala debía cumplir con la fundación de dos villas o pueblos, "fundó" la villa de Cerralvo, cambiando el nombre a Monterrey como la primera de ellas, hasta que el 17 de octubre de 1627 se regresó el nombre y categoría originales a nuestra ciudad, por órdenes directas del virrey, marqués de Cerralvo, a petición de los antiguos vecinos.
La segunda villa que fundó Martín de Zavala es la villa de San Juan Bautista de Cadereyta, el 13 de agosto de 1637, por conducto de Luis de Zúñiga Almaraz. Martín de Zavala fue un gobernador que no sólo sometió a los indios hualahuitas y los congregó en San Cristóbal de los Hualahuises, sino que impulsó el desarrollo económico de la ganadería, la agricultura y la minería, en base de estímulos fiscales a los inversionistas. Ordenó el trazo urbano de la ciudad y la convirtió en un centro de poder y en la urbe más moderna del norte de la Nueva España. Esta es la primera parte o cimentación de la pujanza económica de nuestra entidad.
Siendo gobernador, Zavala muere en 1664 de una infección en una de sus piernas, llevando una vida sin lujos, y la corona le pagó mal, pues le embargó su ganado y remató sus casas. Sus restos fueron sepultados en la Parroquia, hoy Catedral de Monterrey. Es interesante ver cómo desde aquellos tiempos, nuestro estado apoya a los inversionistas con exenciones de impuestos y mercedes de tierras, con tal de que trajeran capital a Nuevo León.