Editoriales

Ciego Tillerson ante la realidad de AL se muerde la lengua atacando a China y Rusia

La agenda pública que planteó Rex Tillerson el jueves 1 de febrero en la Universidad de Texas, para lo que sería su primer gira por Iberoamérica como Secretario de Estado, difícilmente ayudará en nada a recobrar la confianza de la región en Estados Unidos, luego de los 16 años de relaciones desastrosas bajo los regímenes de Bush y Obama. Tillerson simplemente reiteró la agenda de la casta dominante, de llevar a cabo la política de “cambio de régimen” en Venezuela y en Cuba; de apoyar la campaña destructora de las instituciones “anticorrupción” que lleva a cabo el Departamento de Justicia de EU en Iberoamérica y el Caribe; y lo más destacado también, oponerse a la política económica china de la Franja y la Ruta.

Irónicamente, le dice a las naciones de la región que “nomás piensen en la diferencia entre el modelo de desarrollo económico de China y la versión de Estados Unidos”, cosa que fue ¡precisamente lo que hicieron esos países cuando emitieron una declaración de apoyo a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, de China, en Santiago de Chile, el pasado 22 de enero!

En su discurso en Austin, Texas, Tillerson dijo que desarraigar la corrupción era necesario para asegurar a las naciones en contra de los “potenciales actores depredadores que están apareciendo en nuestro hemisferio”, nombrando a China y a Rusia, pero principalmente a China, y repitiendo con detalle todas las imputaciones desgastadas de que la “apariencia de que China es una vía atractiva de desarrollo... siempre viene con un precio; generalmente en la forma de inversiones dirigidas por el Estado, que son realizadas por trabajadores chinos importados, con préstamos onerosos y una deuda insostenible. El modelo de China extrae recursos preciosos para alimentar su propia economía, a menudo sin tomar en cuenta las leyes de la tierra ni los derechos humanos”.

“Hoy en día, China está ganando una posición firme en América Latina. Está utilizando el estadismo económico para jalar a la región a su órbita”, dijo Tillerosn. “China es ahora el principal socio comercial de Chile, Argentina, Brasil y Perú”, reconoció el mismo. Pero de nuevo: “Aunque este comercio ha traído beneficios, las prácticas comerciales desleales que utilizan muchos chinos, también han dañado a los sectores manufactureros de esos países, generando desempleo y reduciendo los salarios de los trabajadores”. (Un observador agudo comentó que “si se muerde la lengua, se envenena”)

“América Latina no necesita nuevas potencias imperiales que buscan solo beneficiar a su propio pueblo. El modelo de desarrollo de China dirigido por el Estado, es reminiscente del pasado. No tiene que ser el futuro de este hemisferio”, dijo Tillerson.

De Rusia dijo brevemente que “la creciente presencia de Rusia en la región es también alarmante, ya que sigue vendiendo armas y equipo militar a regímenes no amistosos que no comparte ni respetan los valores democráticos”. Y luego se despidió con la mantra geopolítica de que “nuestra región debe ser diligente par velar contra las potencias lejanas que no reflejan los valores fundamentales que comparte esta región”. Vamos a ver si aprende algo de su gira.