25/Apr/2024
Editoriales

El Reino Unido

Al término de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra fue del grupo de las naciones que ganaron (Los Aliados), pero quedó en la vil ruina económica. El Plan Marshall de Estados Unidos y los préstamos directos del tesoro norteamericano a Londres apoyaron para que, a partir de 1950, comenzara a enderezarse un poco su balance, aunque la deuda con Estados Unidos creciera geométricamente.

El rey de Inglaterra Jorge IV murió, no sin antes empujar para que el conservador y héroe de la guerra Winston Churchill fuera el Primer Ministro. Entró a ceñirse la corona de reina Isabel II, a quien le tocó la etapa dolorosa de perder la mayor parte de las colonias inglesas para terminar de salir del apuro económico. Sin embargo, muy viva, las incorporó a casi todas al sistema económico Commonwealth, para seguir comerciando con ellas. Por su parte, Churchill se hizo viejo en el poder, así que renunció y le sucedió Eden, primer ministro que se cayó con la crisis del canal de Suez. Luego llegó Macmillan, a quien le deben el progreso industrial de Inglaterra. Gran Bretaña creó la EFTA, Asociación Europea de Libre Comercio porque se veía venir el Mercado Común, pero desafortunadamente EFTA sucumbió, por lo que Inglaterra entró a fuerzas al Mercomún, a pesar de que ello era sacrificar parcialmente a la Comunidad Nacional de naciones Británicas. No fue sino a partir de 1969 cuando comenzaron los problemas con Irlanda del Norte que, a pesar de sus diferencias históricas, en materia religiosa y política se ha mantenido siempre fiel a Gran Bretaña.

En 1970, Heath fue elegido Primer Ministro y dada su filiación religiosa al protestantismo, los católicos pidieron igualdad de derechos, pero los protestantes no aceptaban por el temor de verse absorbidos. Sin embargo, la presión siguió creciendo hasta que, en 1972, el gobierno británico desapareció los poderes gubernamentales en Irlanda del Norte para obligarla de ese modo a seguir siendo parte del Reino Unido (UK), desencadenándose una violenta guerra fraticida. Tal vez peor que la violencia fue que sobrevino tremenda crisis económica pues quedaban aún los resabios de la pérdida de las colonias cuando llegó una fuerte ola de inmigrantes de las ex colonias inglesas que exigían empleo, algo que el Reino Unido no estaba en posibilidad de darles.

Así que con semejante conglomerado de migrantes llegó el vicio y su versión mafiosa del narco que se sentía fuera de control hasta que en 1972 Gran Bretaña pudo incorporarse al Mercado Común Europeo, aunque para ello requirió reformar su sistema de pesas y medidas adoptando el métrico decimal. Así fue como políticamente el partido laborista se mantuvo en el poder toda la década de los setenta, pero como la inflación creció, el nivel de vida bajó para inicios de los años ochenta. Luego pasaron largos veinte años de un crecimiento económico modesto en UK, ya estaba en ejercicio la Unión Europea, cuando apareció el Euro como moneda única en el viejo continente, pero Inglaterra no lo aceptó y continuó manejándose con la libra inglesa, algo que en Europa cayó muy mal. Sin embargo, la sociedad inglesa no estaba contenta con los resultados obtenidos al pertenecer a la Unión Europea pero de una u otra forma se había sobrellevado la inconformidad hasta que en el segundo referéndum con ese tema, en junio de 2016, un 52 % de los votos fueron a favor del Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea).

Inglaterra es quien maneja la política en Reino Unido en virtud de su gran tamaño, pues ni Escocia, ni Gales o Irlanda del Norte pudieron ganar la votación, así que fueron los ingleses quienes se salieron del pacto para conformar la UE. Hoy día hay fuertes presiones en contra de la primera ministra Theresa May, y no es de dudarse que podría caerse. El Reino Unido pronto estará de nuevo en la picota internacional.